Luna era muy cautelosa con Kevin porque cuando tenía contacto frecuente con él, era fácil que descargara sus defensas sin darse cuenta y perdiera sus secretos mientras hablaba con él.
Que se vestía de hombre era un secreto.
—¿Para qué ha venido?
Luna frunció el ceño y le preguntó a Rick: —¿Cuánto tiempo lleva aquí?
—Hace apenas unos diez minutos. No sé qué hace aquí el señor York. Pero trajo bastantes regalos, y la señora se alegró mucho de verle y charló bastante agradable con él.
Después de pensarlo, Luna contestó: —Sí que tenemos cierta amistad con la familia Bucham, y la familia Bucham tiene una profunda amistad con la familia York. Creo que el señor York está aquí en la Ciudad Río es para los negocios y sólo pasó a visitarnos. Pues, nada, Rick, puedes ocuparte de tus asuntos.
Entró en la casa sola.
Los guardaespaldas de Luna eran libres por el momento, pero no se atrevían a ir muy lejos.
Luna no solía quedarse mucho más tiempo cuando estaba en casa. Poco después de visitar a su ma