No fue la señora Lewis quien chocó contra el vehículo que tenía delante, sino Duncan, que chocó por detrás contra un camión. El coche que seguía justo detrás de Duncan frenó con urgencia, pero ya fue tarde, que también golpeó la trasera del coche de Duncan. Sólo porque la señora Lewis frenó a tiempo no siguió chocando con el coche.

La señora Lewis aparcó el coche y, sin detenerse ni un segundo, se desabrochó el cinturón de seguridad y empujó la puerta para salir del coche.

Harrison no había reaccionado porque estaba intentando convencer a su esposa para que no persiguiera a Duncan.

—Cariño, ¿qué pasa?

—Duncan chocó con el coche.

Dijo la señora Lewis a su marido y se precipitó hacia delante.

Pasó por el coche que había chocado con la trasera del coche de Duncan, que estaba con la parte delantera rota. Los pasajeros del coche no se habían movido, probablemente estaban muertos de miedo.

El coche de Duncan estaba en muy mal estado.

La mitad delantera de su coche quedó casi aplastada bajo e