A Zachary no le gustaba eso. Sin embargo, pensándolo bien, que Callum recomendara las artesanías de Serenity solo significaba más dinero para ella. Ya que Serenity era su esposa, aún podía obtener algunos beneficios de ello. Con esto en mente, Zachary ya no se sentía tan deprimido al respecto.

Cuando Serenity terminó de cocinar, trajo todos los platos y los puso sobre la mesa.

La pareja tomó asiento y cenaron juntos.

Zachary estaba de buen humor y comió con mucho gusto.

Tenía que admitir que Serenity era fantástica en la cocina y se sentía bendecido por tenerla.

Después de la comida, Serenity fregó los platos y cogió la bolsa de ropa del sofá. Sacó la ropa de la bolsa y se la entregó a Zachary. “Señor York, ¿pruébate estos dos conjuntos de ropa a ver si te quedan bien?”.

“Me ayudaste muchísimo, así que creo que invitarte a comer no es suficiente. Por eso te compré dos conjuntos de ropa nueva y corbatas a juego. Son todas de negro, su color favorito”.

Zachary adivinó hace tiempo