Capítulo 1148
La tía de Isabela se enteró de que últimamente se había visto en Annenburg a un famoso oftalmólogo y quiso pedirle que tratara los ojos de Isabela. Diciendo que, aunque no pudiera encontrarse con él, sería bueno pedirle a uno de los discípulos del famoso oftalmólogo que tratara a Isabela.

El oftalmólogo famoso y su discípulo eran la última esperanza de Isabela.

Después de tanto tiempo, podía ver un poco, pero seguía sin ver con claridad, como si estuviera ciega. Aun así, estaba loca de contento y tenía un poco de fe en que volvería a ser capaz de ver la luz.

Sin embargo, no se atrevió a contárselo a nadie, excepto a su tía.

De todos modos, por el momento seguía estando casi totalmente ciega, incapaz de ver.

—Señorita Nuñez, no puedes ver, ¿cómo sabes que hay otras personas en mi tienda?

—He oído sus pasos cuando he entrado. Los pasos eran firmes, y eran de hombres, así que supuse que debían ser tus guardaespaldas.—dijo Isabela sonrió.

Serenity y Jamine se miraron.

Habían oído que los c
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