—Remy, ¿no sientes que ambas se ríen de manera extraña?

Viendo que sus amigas ya no la perseguían, Elisa comenzó a caminar al lado de Remy, echando ocasionalmente miradas hacia atrás hacia sus dos amigas.

Al notar que ya estaban conversando en voz baja con sus parejas, Elisa no pudo evitar sentir un toque de envidia.

Lo que más envidiaba era a Serenity.

Porque el hombre de Serenity era Zachary, por quien había estado enamorada durante muchos años. Zachary era frío como el hielo con ella, en el pasado ni siquiera quería mirarla directamente. Ella pensaba que esa era la naturaleza de Zachary, que él nunca sabría ser dulce en toda su vida.

Sin embargo, después de presenciar cómo Zachary trataba a Serenity, Elisa comprendió que no era que Zachary no supiera ser tierno, sino que simplemente no le mostraba esa ternura a ella.

Por supuesto, aunque sentía envidia, Elisa ya había dejado atrás sus sentimientos por Zachary.

Especialmente cuando Zachary estaba dispuesto a llamarla «prima» por Sere