Capítulo 1091
Después de varias llamadas sin respuesta, Hugo comprendió el mensaje de Ana.

Si Ana no estaba dispuesta a negociar, quizás era necesario mostrarle la cruda realidad para que abandonara la idea de vengarse de la familia Hernández.

...

Pasado un rato, el teléfono de Ana se quedó en silencio. Echó un vistazo y vio que Hugo ya no insistía más.

Quizás él también había entendido que ella realmente no estaba dispuesta a ceder por dinero.

El semblante de Ana era neutro, pero Adelina aún logró percibir un cierto cansancio en ella.

—Ana, ya que está hecho, no pienses más en ello. Descansa un poco.

Ana asintió, también se sentía muy cansada.

Mirando la hora, Adelina notó que ya era casi la hora de comer. Aunque probablemente Ana no tendría mucho apetito, todavía necesitaba ingerir algo para mantenerse fuerte.

—Ana, voy a la cafetería a comprar algo de comer. Regresaré pronto.

Ana asintió de nuevo, y sólo entonces Adelina salió.

Justo cuando Ana se disponía a descansar un rato en la pequ
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