Alaya MontenegroSamantha había hecho la llamada y había pedido todo lo que necesitábamos de el, le había dicho que le pagaría en efectivo cuando nos diera toda la información.Me sentía muy nerviosa con lo que estaba haciendo pero a la vez sentía una emoción extraña y una adrenalina que me da miedo.— Siento que me van a descubrir, siento que cuando llegue a casa van a decirme que porque estoy haciendo esto— Le dije una vez que ella llegó hasta donde estaba yo. Mi amiga comenzó a reír — No te rías de mi estúpida —Tome su brazo y comencé a caminar hasta el restaurante más cercano con ella.— Amiga nadie te va a descubrir no seas tonta yo te voy a cuidar las espaldas — Me dijo asenti.Confiaba en ella costo que lo hacía pero conocía a Said y sus alcances. Me sentía tan agradecida con Sam porque no pregunto mucho solo quiso lo que le pedí y ya.— Gracias Sam —Mr límite ya decir mientras entrabamos al restaurante.— Creo que deberías invitar a los guardaespaldas a qué coman con nosotros
Alaya Montenegro— Esto es un atraco— Mi alma había respirado.Solo querían robarnos.Escúchalos disparos más gritos y luego silencio, Sam y yo no nos soltamos y ambas gritamos cuando el mantel que nos cubría fue levantado.— Soy yo señora— Me dijo uno de los hombres se Said — no pasa nada Sra ya hemos minimizado el peligro — ¿Eran peligrosos?—Pregunté pero el río ¿Que nos daba risa? Porque yo aún puedo sentir el corazón el la boca. El nos ayudó a salir de ahí y a levantarnos, los chicos estaban en el suelo, los mire con detenimiento parecían ser solo unos niños de 17 o 18 años como mucho No fue inteligente robar en este lugar si en todo caso mis guardaespaldas no hubiesen podido con el estoy segura que la seguridad de este lugar si.— No Sra son solo unos críos que jugaban hacer malos — Me dijo el mayor de los guardaespaldas¿Debería de preguntar cómo se llama? Es mejor y así llamarlos a cada uno por su nombre pero estos son nuevos ¿Dónde está el que siempre me cuidaba? Mejor no
Said Montenegro.Rei cuando su cara de espanto me lo dijo todo, ella no iba a soportar esta conversación, ella iba a odiarme por el resto de su vida iba alejarse de mi y yo había luchado demasiado por tenerla había espera mucho, había tenido que verla con el imbécil de mi sobrino que no la valoraba y que solo la engañaba con su hermana.No iba a dejarla irElla era mía!Ella es MIA!!Es mi esposa y me ama ¿Porque eso no puede ser suficiente?Su rostro de confuncion no se hizo esperar.— No entiendo, eres mafioso o no eres mafioso?— Doblo un poco la cabeza.Rei porque me daba un poco de gracia la situación.— No— Le menti descaradamente.De algo estaba seguro ella estaba sospechando y no podía culparla por ello, era sumamente sospechoso todo lo que estaba pasando, me preocupaba lo que ella pudiera hacer para tener la información.Tenía que mantenerla vigilada.— Entonces dime qué está pasando — Me dijo asenti.— Ya te había dicho que era hijo de un ex presidente hay personas que creen
Dos meses después.Hoy me tocaba ir al juicio, el abogado de Said se había encargado de presentar las pruebas de que yo era inocente contra todos los cargos que me habían tratado de colocar, sonreí aquello me emocionaba demasiado al fin esas personas tendrían su merecido y yo estaría ahí para presenciarlo y no solo eso, el abogado se había encargado de colocarles una demanda por secuestro eso supongo yo le sumaria años de cárcel si es que lograban ganar el caso.Me mire en el espejo, me veía bien me veía como lo que ahora era una mujer hermosa y casada, sonreí una vez más.Respiré profundo.Yo puedo enfrentarme a esto, yo puedo enfrentarme a ellos.La única que no tendría ningún cargo sería Rebeka, según mi abogado ella no tenía ninguna culpa y no sabía nada de ellos al menos eso es lo que se piensa no había ninguna prueba de lo contrario.Respiré profundo una vez más, estoy lista para esto.Terminé de acomodar mi traje y salí de la habitación, Said estaba en la cocina sonreí al verlo
Alaya MontenegroSalí de ahí junto a Jesús y a Said y los ví irse a ambos cada uno en un carro diferente y es que cada uno iba a un lugar diferente.— ¿Podemos ir a una tienda de cosmeticos?— Le pregunto Anton, Said me había dicho el nombre de mis nuevos guardaespaldas había durado al menos dos semanas en preguntar sus nombres.— Claro que si Sra, como usted diga — Me dijo el asentí.Me subí a la camioneta y estos me llevaron a una tienda costosa como era de suponerse.Me baje del auto una vez que estos estacionaron frente a la tienda, camine hasta dentro de la tienda.— Buen día Srita ¿En qué podemos ayudarle?— Pregunto una dependienta.Le pedí todo lo que quería llevar y un par de cosas más una vez listo lo pague y salí de la tienda.— Iré por un helado —Le dije a los guardaespaldas estos no bajaron supongo que Said les había dado una orden lo cual me alegraba mucho.Ya una vez más podía sentir que andaba "sola" siempre me había gustado mi libertad, había prendido que la soledad no
Alaya Montenegro. — Sra está bien? — Frente a mi estaba uno de los guardaespaldas, asentí con la cabeza — ¿Que sucedió? — Pregunto— señora está herida? ¿Le hicieron algo?— Comenzó a verme para ver si tenía algo ya que yo no estaba respondiendo No podía decirle las verdad sabía lo que iba a suceder, ellos le dirían a Said y Said intentaría convencerme de que no es real eso, de que ellos solo me habían mentido, pero yo había visto pruebas ¿Ahora que iba hacer? ¿Que tenía que hacer? Huir de ahí? Irme lejos? Supuestamente Said era peligroso pero yo sabía que el era incapaz de hacerme daño al menos un daño físico Esto jamás se lo voy a perdonar, Said tiene que pagar por lo que me había hecho ¿Por hacerme feliz? Por engañarme! Por ser la misma basura que Alejandro, tanto que le había pedido que no me hiciera lo mismo pero no le importo nada. Quizás ellos tenían razón Said se había acostado con cristal estando yo ahí en la misma casa que el! Si ellos tenían razón, Said había es
Alaya Montenegro. El ruido de la puerta me hizo abrir los ojos. Claudia entraba con una pequeña bandeja, en ella traía cereal, me senté, ella me sonrió. — El Señor me permitió venir a traerle esto Señora, dijo que no le vendría mal comer así que le traje algo ligero no sabía si tenía hambre — Le sonreí. — Muchas gracias por el detalle Lo coloco en mis piernas — También quería avisarle que el Señor Jesús llamo, dijo que vendría en una hora para hablar con usted — Asentí. Claudia se retiró y yo comí mi cereal. ¿A qué vendrá Jesús? No he tenido una cercanía tan grande con el, quizás Said le contó lo sucedido y quiere saber si estoy bien. Pensé en llamar ahora al número que la policía me había dado pero me arrepentí Rápidamente, me daba miedo que Said tuviese mi teléfono intervenido. ¿Que podría hacerme si se entera de lo que sucedió realmente y que yo no le dije nada? O si debería decirle? Quizás si debería, debería sacar esto de mi pecho. No quiero venganza, solo quiero a
Said MontenegroLance todo lo que estaba a mi alcance buscando descargar la ira que sentís en este momento.Mierda!Mierda!Cómo esta mierda había sucedido?!La maldita CIA me estaba espiando y habían usado mi punto débilMaldita zorra de cristalAvente el escritorio lejos de mi.— Señor está bien?— Largo! Déjenme solo Tome la botella.Soy un maldito estúpido, Alaya supongo vengarse de mi, pudo entregarme a la policía pero no, ella decidió decirme lo que sucedía.Busque mi teléfono entre todo el desastre.— Señor?— La CIA tiene mi nombre y sabe cuál es mi rostro, también sabe que Alaya es mi esposo, seguramente sabe de una gran parte de mi personal, cambia números y desastre de lo necesario incluyendo a cristal— Está seguro señor?— Ella es una agente, que sufra— Dicho eso colgué la llamada.¿Cómo no me di cuenta? ¿Cómo fue que deje que esto sucediera? Lance los sofá lleno de ira.Debo recuperarla, no trabaje tanto solo para tirar todo a la basura, ella es mía, ella es mi esposa