Mariana
Es el cumpleaños de mi abuelo y le hemos organizado una pequeña comida, miro a León, a Julián y a mi abuelo con unas cervezas en la mano asando carne, Mia y Martin juegan con Manuelito, ya tiene 1 año 3 meses, él se ríe de las graciosas caras que sus tíos le hacen.
Debería estar feliz, pero siento una extraña sensación que me oprime el pecho, aunque no sé porque, es como un mal presentimiento.
— ¿Qué pasa? – dice Ana sentándose a mi lado
— Nada – digo y sonrío, ella también sonríe
— ¿Puedes creerlo?, después de todo lo que hemos pasado, estamos aquí, felices – dice Ana mirando a nuestro alrededor
— Sí, yo tampoco lo creo – digo mirando a León reír con mi abuelo
— Pues
LeónNo sé porque me han traslado tan rápido, alguien me tendió una trampa eso es seguro.Llegamos al reclusorio, hay muchos hombres en lo que creo es el patio de la prisión, el oficial nos hace bajar del autobús y nos acomoda en fila, vamos ingresando uno por uno, los hombres que están en el patio nos miran fijamente, algunos gritan groserías, otros silban y nos miran con perversión, esta es una maldita cárcel.Llegamos hasta donde se supone dejaremos nuestras pertenencias, un guardia nos revisa, para ver si no tenemos algún tipo de armas o cosas ilegales, nos entregan una camiseta blanca, un pantalón azul, una camisa del mismo tono, y un par de cobijas, nos colocamos el uniforme y nos llevan a nuestras respectivas celdas, entro a la mía y miro a un hombre de mi edad, me mira y sonríe, el oficial cierra la puerta de mi celda y se aleja.&mda
PropuestaLeónDespués de la emotiva conversación que tuve con mi abuelo, me siento tranquilo, saber que no desconfía de mí, me da mucha serenidad, además Mariana y nuestro hijo están con él y sé que nada malo les va a pasar.Estoy en el comedor, sentado en una mesa con más de 10 tipos, los cuales dice Pepe que son miembros del grupo, de “nuestro grupo”, no estoy muy convencido, espero largarme de aquí lo antes posible, pero Pepe está obsesionado con eso, miro a Matías, don Cuco, Charly y otros tipos conversando mientras comemos, yo solo pienso en ella, espero que este bien, no quiero que sufra por mi culpa, daría lo que fuera por verla sonreír.— ¿En qué tanto piensas? – dice Pepe sacándome de mis pensamientos— Nada solo, extraño a mi esposa y a m
MotínLeónEstoy en el patio, pensando en Mariana, no ha venido a verme, no sé cómo están, siento algo extraño, es como si necesitara saber que están todo bien. El Tacubayo se acerca a mí, no estoy de humor para romperle la cara otra vez— Tacubayo no queremos pelear – dice Pepe adelantándose, el Tacubayo lo mira fijamente— No quiero pelear, quiero hablar contigo – dice el Tacubayo dirigiéndose a mi— No tenemos nada de qué hablar – digo secamente y me adelanto para caminar, pero él me toma fuerte del brazo— Escúchame, quiero proponerte algo – dice susurrando, lo miro y arrugo el ceño confuso— Vamos – dice y me hace señas para que lo siga, no sé si sea buena idea, pero tengo curiosidad por saber qué es lo que quiere, Pepe me hac
Solo por élLeónLlegamos a la casa de mi abuelo, me bajo del coche, el corazón me late de prisa, me muero por besarla y tenerla entre mis brazos, mi abuelo me mira y sonríe, avanzamos hasta llegar a la puerta, y la miro, se ve tan hermosa, ella sonríe para mí, me acerco y la estrecho fuerte contra mi cuerpo, se aferra a mí y la beso con fervor, había extrañado el sabor de su dulce boca.— Te amo – digo y ella sonríe con alegría— Te amo a ti – dice y la vuelvo a besarPaz se acerca con mi hijo en brazos y me lo entrega, él sonríe y lo lleno de besos, por fin estoy con ellos otra vez.Todos hablan alegremente, Mia está feliz y no ha parado de abrazarme, Ana y Julián también están aquí, Julián y yo hemos entablando una gran amistad, él entendió
Secretos del pasadoMarianaTengo 8 meses de embarazo, León y yo estamos felices y ansioso porque nazca nuestro bebe, Mia también está embarazada, está a semanas de dar a luz, quedamos embrazadas casi al mismo tiempo, ella enloqueció cuando supo que ambas estábamos esperando bebe.Se la ha pasado comprando infinidad de ropa y juguetes para ambos bebes, algunas veces llega a la casa con bolsas llenas de cosas, claro que no le digo nada al ver su sonrisa de satisfacción.Martin la cuida muchísimo, yo diría que exagera, tiene la obsesión de llevar a Mia cada 3 días a ver a Iñigo, para asegurarse que todo esté bien, creo que es normal que sientan miedo, es su primer hijo, además yo no me quedo atrás, aunque es nuestro segundo bebe, León me cuida igual o más que cuando me cuidó de Manuel, siempre está pendiente
InfidelidadLeónAnoche le hice el amor a Mariana, ella es la única mujer que llena mi vida de luz, la amo y nunca hare nada para lastimarla.— Sr. tiene una llamada de la Sra. Mónica Izaguirre – dice mi secretaria por el teléfono, sacándome de mis pensamientos— Está bien, pásala – digo y espero en la línea— Hola León – dice ella por la bocina— ¿Qué quieres Mónica? – digo con tono seco— León quiero discúlpame contigo – dice, aunque no le creo— ¿Puedes venir a mi departamento? – dice con tono suave— No es necesario – digo con frialdad— Por favor León, quiero hablar contigo, te prometo que después no te volveré a molestar, por favor – dice el
ConfesionesLeónMiro a Mariana alejarse con nuestros hijos, tengo unas enormes ganas de ir tras ella y tomarla fuerte contra mi cuerpo, pero me odia, y me lo merezco. Paz me mira con cariño y yo suspiro por el amor de mi vida.Entro al despacho y miro a mi abuelo sentado, se da cuenta de mi presencia y me mira con dureza— Para que me mandaste a llamar. – digo y me hace señas para que me siente— Quiero hablar de Mónica – dice y lo miro irritado— No hay nada de qué hablar – digo con enfado— Si lo hay, León te lo pregunte y me dijiste que no había nada entre ustedes, te das cuenta que has lastimado a Mariana, que has echado a perder tu matrimonio – dice molesto frente a mí, se perfectamente que la lastime, que soy el mayor imbécil del mundo— Tienes que dejarla – dice con firmeza,
ConfesionesLeónMiro a Mariana alejarse con nuestros hijos, tengo unas enormes ganas de ir tras ella y tomarla fuerte contra mi cuerpo, pero me odia, y me lo merezco. Paz me mira con cariño y yo suspiro por el amor de mi vida.Entro al despacho y miro a mi abuelo sentado, se da cuenta de mi presencia y me mira con dureza— Para que me mandaste a llamar. – digo y me hace señas para que me siente— Quiero hablar de Mónica – dice y lo miro irritado— No hay nada de qué hablar – digo con enfado— Si lo hay, León te lo pregunte y me dijiste que no había nada entre ustedes, te das cuenta que has lastimado a Mariana, que has echado a perder tu matrimonio – dice molesto frente a mí, se perfectamente que la lastime, que soy el mayor imbécil del mundo— Tienes que dejarla – dice con firmeza, lo mi