Capítulo 11

— ¡Es mentira!— le gritó de inmediato y siento que la cabeza me duele y da vueltas, estaba segura que Clarisa estaba diciendo mentiras, no era posible que una mujer como ella se acercara para inventar algo así.

— Es a verdad, y por eso quería hablar con usted desde hace tiempo, porque el juego con las dos, conmigo también juego y me lastimó como no se puede imaginar — Clarisa estaba llorando, sus manos temblaban y sus ojos azules me hacían dudar, no quería ser parte de esto.

Dominick intervino de inmediato se acercó a mí y me jalo de los brazos — Entra a la casa y ve a descansar, yo me encargo de esta situación no tienes porqué pasar por esto — me pidió mientras me miraba fijamente, entendía su nobleza y su buen corazón pero las palabras de Clarisa me