Su fiebre había aumentado,tenía a un niño de quince años en mi cama con casi cuarenta grados de temperatura y no había nadie en casa,traté de llevarlo al hospital más cercano pero recordé que yo también era menor en ese momento,llamar a un doctor tampoco era buena opción,no tenía idea de quien era esta persona,no tenía cartera o una sola documentación en sus bolsillos.

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Mi hermano me miraba con el ceño fruncido,su novio a su lado masajeaba su muñeca con los ojos empapados en lágrimas,estaba furioso,lo quería lejos de mi vida,lejos de todos nosotros.

Por su culpa una de las personas más importantes en nuestras vidas había desaparecido sin dejar rastro alguno,pero parecía no importarle en lo absoluto a esas dos personas frente a mi.

—¿Que mierda sucede contigo?—susurró entre dientes el mayor.

—¡Todo estaría bien si él no hubiera aparecido!—mis ojos se encontraron con sus pequeños ojos confundidos y más rabia sintió mi corazón.

—No vuelvas a ponerle una sola mano encima—Tomy se esco