—Señor, yo-yo no era realmente la... prostituta de este club. Sólo era una camarera y no me siento muy cómoda con esto—. Murmuré, rezando para que lo entendiera.Miré al suelo y esperé a que hablara.—¿Y qué haces aquí si sólo eres una camarera? Yo no envié a una camarera. Le pagué al gerente para que me diera una mujer que me acompañara—. Su tono sigue siendo bajo pero sin una pizca de enfado. —Eres la mujer que estuvo cantando las últimas noches, ¿verdad?Asentí, levantando la cabeza.El hombre sonrió y soltó una risita. —De acuerdo. Si no estás aquí para satisfacerme, ¿qué tal si me haces feliz de otra manera?¿Eh?—Canta para mí.—¿Cantar?—Sí.— Se sentó y me observó atentamente. —Anda, canta para mí antes de que cambie de opinión y te lleve aquí.Maldita sea.Empecé a pensar en una canción que pudiera cantar. Parece que la adrenalina me ayudó y rápidamente recordé una canción que me gustaba mucho.—Espera, ve a pararte en el escenario—. Señaló el mini escenario que había detrás
—Hola, ¿qué tal el reservado?Le entregué la chaqueta antes de contestarle.—No hicimos más que hablar.Parece que no me cree.—El pobre acaba de ser abandonado por su futura esposa el día de su boda—. compartí, sonriendo. —No me hizo nada malo. Sólo estábamos charlando, riendo y bebiendo.Kyle asintió y se puso la chaqueta que me había prestado. Se apoyó en la pared—Zamir estuvo aquí hace unos minutos.—¿En serio?— Mis ojos se abrieron de par en par y me dispuse a dar zancadas hacia donde estaba.—Sólo bromeaba—. Canturreó y se rió a carcajadas.Oh maldición este hombre. Le di un fuerte puñetazo en el estómago haciéndole toser. —¡Ay!—Te está bien empleado—. Puse los ojos en blanco y miré hacia otro lado. —Ahora me voy. Nos vemos mañana—. Le dije antes de salir corriendo en dirección contraria a mi casa.Oh, ¿cuándo mi vida podría ser mejor cuando se trata de trabajo?*—¿Hasta cuándo voy a hacer esto?— le pregunté a Trisha al día siguiente en el club. Acabo de terminar de cantar m
—Hola guapa—. Me sonrió y se levantó cuando me acerqué a él. —Me llamo Seth.—Hola.— Respondí, mi mandíbula inferior temblaba un poco así que me esforcé en morderme el labio inferior para que no fuera obvio.Levantó una ceja y me miró como esperándome como si quisiera escuchar más.—¿Tu nombre?—No necesitas saber mi nombre—. Repliqué pero con tono sarcástico. —Entonces, ¿qué quieres que haga ahora mismo contigo?Seth sonrió maliciosamente y me señaló con un dedo. —Eres una mujer fogosa, me gusta—. Me indicó que me sentara. —Sólo necesito una mujer que me haga compañía esta noche.—Entonces deberías haber contratado a una prostituta—. Siseé, poniendo los ojos en blanco mientras sentaba la espalda en la silla y me cruzaba de brazos.Mis réplicas debieron divertirle porque siguió riéndose.—¿No eres prostituta?—. Enarcó una ceja.—No.— Mi temperamento baja y empieza a hervir de nuevo.—Entonces, ¿para qué me ofreces tu cuerpo desnudo?.—No te estoy ofreciendo mi cuerpo. Soy camarera pe
—¿Qué coño? Tío, ¡fuera! Nos estás molestando!— Vincent gimió, tratando de levantarse pero el puño de Zamir entró en contacto con su cara. Le golpeó de lleno.Me incorporé temblorosamente, con el brazo aún cubriéndome el pecho mientras intentaba buscar el sujetador. Me lo puse y me senté en la silla del lado para mantener el cuerpo firme. Sigo temblando.Zamir ha vuelto.No sé, pero la sensación hizo que mi corazón estallara de felicidad. Ya me sentía a salvo.Él sigue luchando contra Vincent y yo sólo moví mi cuerpo para evitar que lo matara.—Zamir, detente.— Le dije.Pero no me escuchó. Continuó golpeando su cara y la cara de Vincent ahora está ensangrentada.Mierda. Esto se está volviendo demasiado.—¡Zamir, lo estás matando!—¡Se lo merece!— Zamir siseó pero justo a tiempo. Kyle y algunos hombres entraron y detuvieron la pelea. Yo sólo estaba de pie allí, sin tener idea de qué hacer para detener esta locura.—Hey, ¿estás bien?— Kyle me preguntó. —Joder, ¿qué coño llevas puesto?—.
Mis entrañas empezaron a estallar. Como si hubiera fuegos artificiales dentro de mí. Mi corazón late demasiado rápido. Más rápido que la velocidad de un caballo. Y esto es una locura.¡Estoy besando a mi jefe!¡Estoy besando a Zamir! ¡Y me está gustando!Todas las preguntas que quiero hacer fueron respondidas en este momento. En su simple acción.—Me gustas, Elena—. Confesó una vez que nuestros labios se separaron. —Y no sé cuándo pero acabo de empezar a sentir algo por ti.Oh, mierda.Levantó suavemente la mano y me acarició la mejilla mientras sus ojos miraban los míos como si estuviera memorizando cada pequeña peca que tenía en la cara. Esos ojos suaves se detuvieron lo suficiente en mis labios mientras un atisbo de sonrisa se formaba en sus labios.Sus labios tocaron mi frente y podría decir que aún estoy en shock. No esperaba que mi jefe tuviera ese tipo de sentimientos hacia mí. Mis ojos estaban muy abiertos y sorprendidos. No sé qué decir ni qué hacer. Sólo sé que quiero gritar
Como es sábado, tuve que llevar a Avery al comedor otra vez y estuvo allí las cinco horas que estoy trabajando y ahora mismo, acabo de terminar mi turno allí. Hoy estoy de buen humor.Estaba sonriente y alegre. Incluso a Iván, al que siempre ignoro, pero este día hasta le he saludado, lo cual es realmente chocante para mí y para mis compañeros.Bueno, la fuente de esta felicidad no es otra que la cita que tengo pendiente con Zamir. Nuestra cita es esta noche y estoy muy emocionada. No puedo evitar sentir mariposas en el estómago al pensar que voy a salir con él.Mi primera cita real en años. No consideré la noche que Kyle y yo fuimos a cenar como una cita porque no es nada serio.Así que decidí ir a comprar algo que ponerme para esta noche. No busco un atuendo que sea demasiado para mí. No voy a forzarme a ser sexy para él. Sólo quiero parecer yo. Para que podamos conocernos totalmente. Así que cuando llegue el momento, estoy lista para decirle la verdad sobre mí. Cuando ambos estemos
15 minutos antes de las siete. Jesús, estoy produciendo sudores fríos. Cada minuto que pasa estoy más nervioso. Vivian acaba de llegar unos minutos antes de lo normal.Avery ya está duchada y en pijama. Está lista para irse a la cama cuando quiera. Siempre que sea antes de las nueve. Quiero que se duerma antes de esa hora.Entonces estoy aquí vestida y me recojo el pelo en un moño para parecer arreglada. Acabo de elegir unos tacones de aguja al azar que tengo y que parecen perfectos para el conjunto. Sólo con eso, ya estoy lista para salir.Vale, tengo que respirar hondo. Inhalar y exhalar.Entonces mi teléfono empezó a sonar.¡Dios mío! ¡Esto es!—¡Mamá, tu teléfono está sonando!— gritó Avery, ya que mi teléfono está en el salón mientras yo estoy aquí en mi habitación.Corrí a contestarlo y para mi suerte, es Zamir. —¿Hola?—¿Ya estoy aquí? ¿Debería subir a recogerte?— Me pidió permiso.—¡No, no, no!— Protesté rápidamente y luego me reí. —Bajaré en un minuto—. Luego termina la llama
—Por eso es un gran honor que confíes en mí. Admito que te admiro desde la noche que te salvé del loco que te engañó fuera de mi club.Oh aquellos tiempos. Aquello fue muy embarazoso. Ese viejo loco que me dijo que era el dueño de Fantasma de Medianoche. No puedo evitar reírme al recordarlos. —¿Y por qué me admiras?—No lo sé. Tal vez tu actitud luchadora y la determinación que traes a mi club. Eres muy fuerte, Elena. Me hace querer conocerte más—. Ahora sus ojos no se apartan de los míos. Me mira fijamente y no puedo apartar la mirada.Es demasiado hipnotizante.—P-pero tú no me conoces.—Y por eso quiero conocerte más.Me reí entre dientes.—Oh Sr. Crinsen, quizás no le guste mi verdadero yo. Una vez que descubras mi verdadero yo, temo que te alejes de mí.Zamir parecía confuso.—¿Qué quieres decir?Le dediqué una débil sonrisa y cerré la boca. Creo que lo que he dicho es suficiente para que se le ocurra meterse en mi vida de verdad. Realmente tengo miedo de salir herida de nuevo, a