Al ver a los dos niños tan cariñosos, Jiang Sese sintió que su corazón se llenaba de calor.

Ella abrazó a sus dos pequeños bebés y les dijo con dulzura: "Los dos son mis bebés. Son lo mejor que me ha pasado".

La mirada de Jin Fengchen se suavizó al ver esto. A continuación, atrajo a los tres hacia sus brazos.

Todo lo que él quería proteger con su vida eran esas tres personas en sus brazos.

Después de eso, Jin Fengchen se fue a trabajar. Jiang Sese se sentía un poco aburrida, así que acompañó a los niños en sus travesuras.

Sin darse cuenta, empezó a caer la noche.

En el laboratorio de investigación, Fu Jingyun suspiró pesadamente mientras miraba el medicamento que tenía delante.

El patógeno era demasiado extraño. Ya sea por su estructura celular o por cualquier otro aspecto, nunca había visto nada igual.

Era muy complicado. Llevaba mucho tiempo investigando y no había conseguido ningún avance.

Una de las razones era que el patógeno podía crear cambios desconocidos.

P