Jin Fengchen vio rápidamente la aparición de Fu Jingyun en la rueda de prensa.

Cuando Fu Jingyun dijo que los logotipos de la marca no eran los mismos, una mirada fría apareció en sus pupilas de obsidiana.

De repente se dio cuenta de que algo andaba mal.

Inmediatamente, ordenó a Gu Nian que llamara al gerente que se ocupaba de la bodega.

Un rato después, Gu Nian llegó corriendo, sin aliento, con el informe. Su expresión mostraba malas noticias.

"Presidente, el antiguo gerente que se ocupaba de la bodega, Mirandi, dejó una carta de renuncia y desapareció. La gente de la empresa dice que hoy no ha venido a trabajar. Nadie sabe dónde ha ido".

Al oír esto, Jin Fengchen apretó los puños con fuerza. Las venas verdes de su brazo se abultaron.

Con una expresión escalofriante, Jin Fengchen golpeó con los puños sobre su escritorio y ordenó: "Lo más probable es que estuviera involucrado en el asunto del vino tinto. Envía a algunos hombres a buscarlo".

"Sí".

Gu Nian conocía la urgencia de