Al ver que se detenía, He Shuhan le dio una palmadita en el hombro a Bai Li.

"No vale la pena".

Bai Li sonrió con amargura. "¿Hay algo que valga la pena?".

La gran cantidad de alcohol hizo que su voz se volviera ronca y desagradable. En ese momento sonaba como Quasimodo.

Bai Li lo supo desde el momento en que conoció a Zi Feng.

Al ver la emoción en los ojos de Bai Li, He Shuhan no sabía qué más hacer para aconsejarle.

Se limitó a abrir una botella de vino y a beber con él.

Con respecto a los sentimientos, no había nada bueno ni malo.

Unos días más tarde, en la casa de la familia Fu, la boda de Fu Jingyun y Jiang Sese seguía en la agenda, y toda la familia Fu estaba ocupada preparando la boda.

La Señora Fu estaba de mucho mejor humor. Sonreía cada vez que veía a alguien. Se alegraba aún más cuando hablaba del matrimonio entre Jingyun y Sese.

Sin embargo, el corazón de Jiang Sese estaba inquieto y extremadamente nervioso. Ella no podía decir nada, ni siquiera cuando la Señora