Gu Nian y todos los demás ejecutivos observaron a través de la pantalla cómo una niñita se metía en los brazos de Jin Fengchen, agarraba el traje hecho a medida del hombre y se sonaba la nariz en él.

Todos se quedaron boquiabiertos.

El jefe estaba obsesionado con la limpieza. Si el polvo le repugnaba, ¡ni hablar del moco de un niño!

Al principio pensaron que Jin Fengchen se pondría furioso, pero al momento siguiente, vieron cómo el hombre se limitó a tocar con cariño la cabeza de la niña.

Sin siquiera darse cuenta de que sus ropas estaban manchadas, sacó una servilleta y limpió la nariz de Tiantian.

Sin embargo, la niña seguía frotándose contra el cuerpo de Jin Fengchen. Ella arrugó la ropa pulcramente planchada del hombre.

En vez de preocuparse por esto, Jin Fengchen preguntó con cariño: "¿Qué pasa, mi pequeña princesa?".

Al oír esto, Xiaobao hizo un puchero y dijo: "Tiantian dijo que quería una trenza de princesa. No sé cómo hacerla y no hice un buen trabajo, así que ella está