Jin Fengchen la miró, atónito. Él pareció dudar, pero pronto asintió.

Jiang Sese dio dos pasos hacia adelante y tocó la puerta. Le dijo al pequeño que estaba dentro de la habitación: "Cariño, la cena está lista. Se va a enfriar si no comemos pronto. ¿Puedes salir?"

Se oyeron ruidos desde el interior de la habitación, pero la puerta permaneció cerrada.

Jiang Sese continuó su lucha. "Mira, me muero de hambre después de trabajar duro todo el día. Sal y come conmigo, ¿de acuerdo? De lo contrario, me va a dar gastritis pronto. Incluso podría tener que tomar medicamentos y ver al médico. Sería muy lamentable, sabes."

Un silencio cayó sobre todo el apartamento. Mucho tiempo después, la puerta finalmente abrió para revelar una cabeza pequeña.

Jin Fengchen se sorprendió.

Este niño normalmente se enfadaba durante más de una semana antes de apagar su ira.

No se movía ni siquiera cuando toda la familia lo aplacaba.

Él nunca pensó que esta mujer llamada Jiang Sese podría hacer que él concediera con solo unas pocas palabras.

Jin Fengchen no pudo evitar mirar a la pequeña mujer a su lado.

Jiang Sese no se dio cuenta. Ella felizmente llevó a Xiaobao fuera de la habitación y dijo: "Eres un buen niño, Xiaobao. Vamos a cenar.”

Xiaobao asintió. Ni siquiera miró a su padre. Regresó a su silla y se preparó para comer.

Al ver que Jin Fengchen todavía estaba en su lugar y no parecía que fuera a protestar, Jiang Sese preguntó como si nada: "Sr. Jin, ¿ha cenado? ¿Por qué no se une a nosotros?"

Ella solo estaba siendo educada. Ella nunca pensó que él respondería: "Está bien. Tendré que molestarte entonces.”

Jiang Sese estaba asombrada. Él no tenía reparos en ser descortés, pensó.

Afortunadamente, ella hoy había preparado más platos y arroz. Ella salió corriendo para buscar otro juego de tazas y palillos. "Si no está acostumbrado, podemos ir a un restaurante.”

Jin Fengchen tomó tranquilamente un trozo de chuleta de cerdo y le dio un mordisco. "Está rico."

Jiang Sese suspiró aliviada.

La cena continuó en un ambiente bastante incómodo.

Especialmente con el hombre sentado frente a ella.

Después de todo, este era su primer encuentro. ¡Qué extrañas circunstancias!

Fue bueno que tuvo a Xiaobao como compañía. De vez en cuando, le pelaba un langostino, le daba de comer un poco de arroz y le limpiaba la boca. Pronto toda su atención estaba puesta en él.

Después de que terminaron con la cena, Jiang Sese limpió la mesa y luego preparó un poco de té para el padre e hijo para ayudar con la digestión.

Habían terminado el té, pensó, así que seguramente era hora de que se fueran.

Jin Fengchen supo cuál era su intención, así que aprovechó el momento para decir: "Gracias por la cena, señorita Jiang. Se hace tarde, permítame llevar a Xiaobao a casa.”

Jiang Sese suspiró aliviada en secreto.

¡Pensó que planeaban pasar la noche aquí!

Ella respondió de inmediato: "No es ningún problema, solo fue una simple cena.”

Su conversación, sin embargo, hizo que Xiaobao entrara en pánico. Inmediatamente él abrazó el muslo de Jiang Sese y miró a su padre con cautela. "No me voy a casa. Quiero quedarme con la tía.”

Jin Fengchen frunció el ceño. "Deja de armar un escándalo. Ya la has molestado durante todo el día.”

"Me gusta la tía. Quiero dormir con tía,” dijo Xiaobao tercamente, apretando su agarre.

Jiang Sese estaba atónita.

Tenía la sensación de que ella le gustaba mucho a Xiaobao cuando la conoció ese mismo día, pero nunca se imaginó que llegaría a dormir con ella.

Al darse cuenta de la expresión de descontento de Jin Fengchen, ella inmediatamente trató de persuadir al niño. "Xiaobao, ya es hora de que regreses. De lo contrario, el abuelo y la abuela estarán muy preocupados por ti.”

"No. Me voy a dormir con la tía Sese."

Xiaobao levantó la cabeza para mostrar sus ojos enrojecidos que se parecían a los de un conejo. Las lágrimas brotaron de ellos.

Jiang Sese pensó que su corazón se rompería en pedazos.

¿Cómo podía soportar ahuyentar a un niño tan miserable?

Toda su persuasión quedó atascada en su garganta. Inconscientemente se volvió para mirar a Jin Fengchen.

Se preguntó si él pensaría que ella estaba tratando de ser una cazafortunas si se ofrecía a dejar que el niño se quedara.

Jin Fengchen nunca pensó que Xiaobao sería tan apegado con una mujer que acababa de conocer.

Aun así, dijo con firmeza: "¡Ven a casa conmigo!"

Nunca permitiría que Xiaobao se quedara con una mujer a la que conocía solo desde hacía menos de un día.

Jiang Sese podía entender las preocupaciones de Jin Fengchen. No tuvo más remedio que endurecer su corazón y decir: "Xiaobao, puedes venir aquí en el futuro si quieres. Pero no hay lugar para que duermas aquí. ¿Por qué no te vas a casa con tu padre? ¿Hmm?"

Xiaobao negó con la cabeza tan fuerte como pudo.

Jin Fengchen no fue tan paciente como Jiang Sese. Dio grandes pasos hacia adelante y cargó a Xiaobao. "Debería haber un límite para tu temperamento. No creas que puedes hacer lo que quieras solo porque te adoro.”

Xiaobao se abrumó con emoción después de ser reprendido por su padre. Miró a Jin Fengchen con un par de ojos obstinados, sin ganas de conceder.

Jin Fengchen lo ignoró. Volvió la cabeza para dirigirse a Jiang Sese. "Lamento molestarla esta noche, señorita Jiang.”