Habían pasado tres años desde la última vez que Jin Fengchen había ardido con tanto fervor y era gratificante ver que las llamas volvían a encenderse con el regreso de Jiang Sese.

Incluso los que lo seguían no podían evitar sentir que su sangre se agitaba con anticipación.

Con Gu Nian encabezando personalmente el proyecto, el progreso fue rápido.

Al día siguiente, la gente del Grupo JS fue al viñedo para hablar con el padre de Fu Jingyun, el Viejo Señor Fu.

La comitiva de representantes de una organización tan prestigiosa sorprendió a todos en el viñedo.

Después de todo, no había casi nadie que no hubiera oído hablar del nombre del Grupo JS.

Nadie en el viñedo podía entender cómo un simple y pequeño viñedo podía haber atraído el interés de una organización empresarial tan poderosa.

El Señor Fu podía tener la mayor fe y confianza en sus propios productos y reputación, pero nada de eso podía compararse al gran prestigio del Grupo JS.

Hizo pasar inmediatamente a los representantes