Jin Fengyao no era un amo fácil de servir. Después de beber el vaso de agua, señaló el charco de agua que había escupido. "Limpia eso".

Song Qingwan estaba a punto de decir que era culpa suya, pero se calló cuando vio que le hacía un gesto con dos dedos.

Después de todo, él era su jefe, así que aceptó su destino y agarró un trapeador para limpiar el charco de agua.

Cuando por fin dejó de molestarla, se dirigió rápidamente a la cocina para comprobar cómo estaba la comida.

Por desgracia para ella, todo estaba chamuscado.

Estaba tan enfadada que quería estrangular a Jin Fengyao, pero tras recordar que no cobraría su sueldo si él moría, tiró la comida quemada y preparó pacientemente nuevos platos.

Afortunadamente, Jin Fengyao estaba tan absorto en su juego que no le dio más problemas.

Jin Fengyao se sentó en la mesa del comedor y le dio unos cuantos bocados a la comida antes de mirar finalmente a Song Qingwan. "Toma un poco también. No puedo terminarlo todo yo solo".

Justo cuando p