De vuelta en el restaurante, el asistente observaba cómo Jiang Sese y los otros dos se iban. El rostro de su presidente se había puesto rojo de la ira, pero él permanecía en su asiento.

El asistente quedó desconcertado por su reacción. Incluso después de que Jiang Sese se fue, Jin Fengchen todavía estaba hablando con el cliente.

El cliente había estado tenso todo el tiempo, temiendo que él pudiera decir algo incorrecto y ofender a Jin Fengchen.

Después de la cena, ellos salieron del restaurante y Jin Fengchen le dio a su asistente la instrucción: "Ve y averigua de qué se trataba eso”.

"¿Por qué Jiang Sese tuvo una cita a ciegas de repente? ¿Fue forzada?" Jing Fengchen encontró todo esto muy extraño.

El asistente asintió, pero no pudo evitar preguntar: "Señor, ¿no va a hablar con la Señorita Jiang?"

"Pregúntele a Jiang Sese y todas las preguntas serán respondidas. ¡Tal vez sea solo un malentendido!"

"Ahora no”, dijo Jin Fengchen, frunciendo los labios.

El asistente estaba confun