La orden de arrodillarse y disculparse sorprendió a todos. Yan Yifei, sin embargo, no quería nada más que ver a Jiang Sese en problemas. Sus ojos se llenaron de alegría por la desgracia de esta última.

Lan Sichen frunció el ceño, pero no expresó nada más. Evidentemente, había dado su acuerdo tácito con la demanda de Jiang Nuannuan.

Li Sheng fue el único que dudó. "¿Eso... eso es un poco inapropiado, no?"

¡Sería demasiado humillante para Jiang Sese arrodillarse y disculparse!

Jiang Nuannuan abrió mucho los ojos y dijo indignada: "¿Qué quiere decir, presidente Li? ¿Entonces es correcto que su empleada me abofetee?"

Li Sheng dijo con temor: "Eso no es lo que quiero decir".

"¿Dado que ese no es el caso, entonces qué más puedo decir?" Jiang Nuannuan redirigió su mirada hacia Jiang Sese, con una expresión aterradoramente fría. "¡Jiang Sese! ¡Ahora mismo, de inmediato! ¡Arrodíllate y discúlpame!"

Jiang Sese la miró con desdén. "Solo me arrodillaría ante los muertos".

Jiang Nuannuan es