En la mañana siguiente, temprano, como de costumbre, el conductor envió a Xiaobao a la escuela.

Gu Nian recibió las instrucciones de Jin Fengchen la noche anterior y esperó afuera de la residencia de Jin a primera hora de la mañana. Vio salir al conductor y lo siguió inmediatamente.

Veinte minutos después, el coche llegó a la puerta de la escuela.

Gu Nian vio a Xiaobao salir del coche desde el asiento trasero.

En cuanto Xiaobao apareció, varias niñas lo rodearon de inmediato.

“Jin Beichen, esta es la lonchera que le pedí a mi cocinero que preparara especialmente para ti”. Una niña le entregó una lonchera que llevaba en la mano.

Las otras niñas también le entregaron inmediatamente las cosas que prepararon con cuidado, para no quedarse atrás.

Había pasteles, así como todo tipo de galletas.

Mirando la animada escena desde lejos, Gu Nian no pudo evitar suspirar. “Increíble, de tal palo, tal astilla. Es tan popular como su padre”.

“Gracias”, dijo Xiaobao débilmente. No aceptó ningu