Fang Yuchen aparcó el coche frente a la entrada del barrio y llamó a Liang Xinwei.

“Estoy en la entrada. Puedes salir”.

Se oyó un “Bien” al otro lado de la línea antes de colgar la llamada.

Unos diez minutos después, Liang Xinwei apareció en la entrada de su vecindario.

Cuando Fang Yuchen la vio acercarse corriendo, sus labios se curvaron e incluso sus ojos se suavizaron.

“Siento haberte hecho esperar”. Liang Xinwei jadeó ligeramente mientras subía al coche.

“Realmente no era necesario que te apresuraras”. Fang Yuchen le sonrió mientras arrancaba el coche de forma deliberada.

Liang Xinwei estaba pegada a su teléfono, memorizando su guion de camino al lugar.

Estaba muy absorta y murmuraba sus líneas.

Fang Yuchen se volvió para mirar su teléfono con curiosidad y vio el bloque compacto de líneas de palabras en la pantalla.

“¿Qué es todo esto?”, preguntó.

Liang Xinwei se volvió para mirarlo y sonrió ligeramente: “Es mi guion. Esta noche tengo que decir unas palabras e