Volví al pasillo del hospital con pasos decididos, el eco de mis tacones marcaban el ritmo de mi furia. Los vi. A él, a Miranda, y sus secuaces, entre ellos a Lucas… como si fueran simples espectadores de una obra sangrienta que ellos mismos habían montado.Dante me miró cuando me acerqué, como si esperara una explosión. Y tenía razón.—Necesito hablar contigo. Ahora. A solas —solté con frialdad, sin espacio para objeciones.Miranda rodó los ojos, como si aquello le resultara molesto.—¿Otra escena de celos, princesa?—Si abres la boca una vez más, no respondo —le advertí, sin mirarla siquiera—. Dante.—Sophía, cuida el tono en el que le hablas.— mentiría si dijera que eso no me molestó, y no solo eso. Me hirió —¿Se va a romper la princesa de hielo?— ella como siempre fingiendo estar dolida, es que ni eso saber hacer.¿Cómo este idiota no se da cuenta?—Sophía— su tono fue de advertencia, abrazo a la teatrera y literalmente, me ignoró. —Puedo hacerte un show en este lugar, si es lo
POV DANTE El ascensor tardó siglos en llegar, y yo no dejaba de apretar el botón como si eso fuera a hacer alguna diferencia. Necesitaba aire. Un trago. Un grito. Algo que me ayudara a sacar esta mierda de adentro.Las puertas se abrieron con un pitido metálico, y salí al pasillo. La enfermera de guardia me saludó, pero no le devolví el gesto. No podía fingir que todo estaba bien. Porque no lo estaba.Había dejado a Miranda en la sala de urgencias, limpiaban las heridas. Salí con la excusa de buscar algo en el auto, pero la única verdad era que me moría por dentro.¿Cómo se atreven hacerme esto? ¿Besarlo, frente a todo un maldito hospital?Quería matarlo, terminar lo que empecé en la cafetería. Pero entonces recordé que ella…ella siente algo por él y desee haber hablado el gatillo esa vez para acabar con él. No puedo perdonarle esto, haré que lo pagues Sophía, te lo aseguro. La azotea estaba desolada. El frío me golpeó de frente pero no me importó, necesitaba sacar toda esta maldi
Nunca me había sentido parte de la familia Ferrer. Cada vez que cruzaba las enormes puertas de la mansión, el aire se volvía espeso, sofocante, como si me advirtiera que no pertenecía a ese lugar. El retrato familiar en el salón me lo recordaba constantemente: mi lugar no estaba ahí. Era la hija ilegítima, la sombra que Victoria, mi madrastra, deseaba borrar.Crecí escuchando las historias sobre mi madre, Galadriel Montenegro, una mujer fuerte y hermosa que, según mi madrastra, nos había abandonado a mi padre y a mí para huir con otro hombre. Desde que tengo memoria, Victoria ha usado esa historia para humillarme, para recordarme que no era más que el resultado de una relación que nunca debió haber existido. Lo peor de todo es que mi padre, Alejandro Ferrer, aunque amoroso en su forma distante, nunca contradecía esa versión. Nunca supe si era porque la creía o porque simplemente prefería guardar silencio.Hoy, el silencio en la casa era aún más denso de lo habitual. Recibí una llamada
POV DE Sophía Ferrer Salgo del despacho de mi padre sin mirarlo a los ojos hecha una furia, la impotencia que tengo no ayuda a contener las lágrimas, así que solo subí directo a mi habitación, necesitaba estar a solas y que nadie me viera llorando, no les daría ese gusto a mi hermana y madrastra, no me verán destruida.Cuando les pedí ver el contrato, solo me dijo que no tenía la copia aún en sus manos, que lo enviarían luego. Como soy abogada, encontraré la forma de anularlo. Primero que nada no se pidió mi opinión, y segundo mi firma a de valer algo, no sabían con quien en verdad se estaban metiendo. Escucho la puerta de mi habitación abrirse, se quien es, puedo verla por el cristal de la ventana, es ella, Victoria. —Que haces es mi habitación— le exijo saber después de limpiar las lágrimas que aún se sentían en mi rostro húmedo.—No creas que puedes escapar de esto Sophía, vas a casarte con Dante Moretti si o sí— su voz afilada suena en mi cabeza mientras le veo una sonrisa de t
POV DE DANTE MORETTI.Desde que tengo memoria, el mundo ha sido un juego de poder. Crecer a la sombra de Leonardo Moretti me enseñó esa lección desde el primer día. Mirando hacia atrás, recuerdo a mi padre, una figura imponente que siempre parecía estar un paso por delante, moviendo piezas en un tablero que la mayoría de la gente ni siquiera sabía que existía. Nuestra relación siempre fue compleja: respeto mezclado con un temor reverencial. Él era el maestro del juego, y yo, su aprendiz.Aunque mi madre, Bianca Moretti, siempre lucho por mantenerme lejos de ese mundo, al final no pudo lograrlo. Mi padre era duro y muy autoritario, amable cuando quería, pero a mi madre la hizo sufrir tanto que al final ella no soportó más y terminó con su vida. Y es algo que pagara con sufrimiento, el mismo que le proporcionó a ella o mucho peor,se lo jure a mi madre y lo voy a lograr. Mi padre piensa que las mujeres solo son trofeos que nos hacen ver más elegantes y poderosos, que no tienen opinión q
POV DE SOPHÍA FERRER Los chicos y yo hemos bailado, reído y disfrutado. Pero esa sensación no se iba, me sentía igual que antes,observada. — ¿Sucede algo Sophy?— me pregunta Ayla al sentirme inquieta. Sophy era cómo ella me llamaba siempre y mi padre cuando era cariñoso lo hacía. Antes de responder el sujeto se acerca. No sé veía mal, pero era un hombre que no llamaba mi atención, es más que seguro que pertenece a ese mundo bajo de la mafia y a esa gente la quería lejos… muy lejos. —Preciosa, es de muy mala educación rechazar la amabilidad de un hombre, no te parece?— me susurró cerca del oído. Me tensé al instante, su sola presencia me provocaba náuseas. —Oiga, aléjese. No sabe quién es ella? Si no quiere verse con una demanda por acoso será mejor que se aleje— le advierte mi amiga enojada. —No hablaba contigo, aunque… eres hermosa también. — la mira de arriba abajo, me da asco y puedo jurar que a Ayla le cae de la patada. —Pueden venir las dos, a ambas las voy a satisfacer— dic
Aún sigo entumecida por lo que sea que haya pasado aquí. Debo ir con Ayla, necesito irme pero ya.Salgo y llamo a Ayla y le aviso que voy para allá, hay varias llamadas de ella, no debería ir a casa ahora. No estoy lista para enfrentar a mi padre.Ayla es lo más cercano que tengo a una verdadera hermana, ella y yo somos inseparables tanto en lo personal como laboral.Ambas trabajamos en el bufete de abogados de su padre ,Sebastián Blackwood. Es el fiscal de la ciudad de Madrid- España con una presencia imponente. Siempre viste trajes oscuros que acentúan su autoridad, pero sé que detrás de su actitud fría hay un profundo amor por su hija Ayla y el idiota Nolan, su hijo mayor. Su deseo de erradicar la redes de narcotraficantes que rodea nuestra ciudad lo impulsa a tomar decisiones difíciles en su búsqueda de justicia y protección. Cuando al fin llego ya Ayla esta fuera esperando por mí.—Voy a matarte Sophy!!- me grita pero yo la ignoro, recuerdo que ella me dejo sola, subimos a su h
POV DANTE MORETTI La atmósfera en Elysium era eléctrica. La música retumbaba en mis oídos mientras observaba el club desde mi posición elevada. Era un lugar donde el descontrol y la euforia se entrelazaban, y esta noche no iba a ser diferente.Desde mi posición elevada he observado a esa hermosa mujer, su sensualidad me ha cautivado desde que llegó, una pieza de un plan perfecto de mi padre y se podría decir que mío también. No creí que fuera tan hermosa y sexy, mi padre dice que es el fiel retrato de su madre, Galadriel Montenegro. Y no se equivoca, es bastante parecida. Hasta continuó su legado y se convirtió en una exitosa abogada al igual que Galadriel. Su familia no puso ningún pero cuando le propusimos el trato lo que me da entender que es muy poco valorada, aunque su padre parece quererla ya que preguntó si la amaba. Las empresas de Alejandro Ferrer están al borde de la quiebra y solo tienen dos opciones, perder todo y enfrentar la justicia por “los negocios turbios que se h