La mujer se quedó callada, en esa casa ella no servía para nada según las palabras de su esposo, Egemen la había desposado hace 20 años, al poco tiempo quedó embarazada, pero el cuento del felices para siempre nunca había llegado, el hombre se había encargado de menospreciarla y de hacerla sentir inferior solamente por ser del género femenino, la trato mejor cuando se dio cuenta de que estaba en cinta de un varón, ella le rogaba a Alá por las noches para que fuera un niño y no una niña lo que cargaba en su vientre, tuvo tranquilidad al saber que llevaba dentro era lo que tanto pedía desde el momento que supo que estaba de encargo.

El viejo Egemen después de eso se sometió a una vasectomía permanente, lo que le permitió poder estar con otras mujeres a sus anchas, solamente tocaba a su mujer cuando estaba ebrio, ella a pesar de que le rogaba de rodillas