Capítulo 39

Pensé que Alejandro no iba a tener una nueva erección, sin embargo me equivoque, me senté dándole la espalda y de esta forma me penetro, me empecé a mover circularmente y él apretó mis senos sin reparo, luego me di la vuelta y lo cabalgué sentada, nuestros cuerpos se juntaron como si fueran uno solo, este nuevo acto era más tranquilo, él saboreaba cada parte de mí y viceversa.

_ Te amo, eres perfecta Zaya.

Me besó dulcemente y me abrazó, mis manos acariciaron su rostro, se encontraba sudando debido a nuestra actividad física, me abracé a él y paulatinamente subí la velocidad de los movimientos, ambos nos corrimos al mismo tiempo y luego caímos rendidos.

Al día siguiente me fui a du

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo