Lea
Me fui directo a mi habitación, me metí al baño con el agua lo más fría que pudiera darme la ducha, necesitaba olvidar por un rato ese día, el recordarlo solo me causa escalofríos, si eso no hubiera ocurrido no me hubiera separado de mi familia, nunca hubiera torturado ni matado y lo más importante jamás hubiera conocido a Drac.
¡Joder, Lea! Tienes que superarlo, él ya no te quiere, después de lo que le ocurrió a su padre por mi culpa, y es que por eso mismo me afectó sus palabras, porque cada una de ellas era verdad, solo espero que él ahora esté mejor disfrutando cada momento con sus padres, cosa que yo no puedo hacer, y no creo que pueda volver a hacer nunca más.
Empecé a sentir esa tristeza y mis ojos cristalizarse, sin previo aviso las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas, metí mi cabeza al chorro de agua y mis lágrimas se camuflaron con el agua que, caída de la ducha, empecé a sentirme un poco mejor, pero siempre sentiría e
—Bien te lo diré... Hace unos meses atrás estábamos mi hermana pequeña que se llama Alice, estábamos en nuestra casa y mi madre tuvo que ir donde la vecina. Cuando habían pasado unos cuantos minutos de que se fue escuche ruidos que provenían del portón de la casa, no le presté mucha atención, pero sentía esa necesidad de ir a ver qué era lo que pasaba —suspire porque me sentía un poco cansada al parecer los medicamentos me estaban haciendo efecto, Claus me veía atentamente y con un ademán me dijo que prosiguiera.—Bueno fue lo mejor que pude hacer, cuando salí me encontré a dos tipos vestidos de negros y con los rostros tapados, uno de ellos tenía a Alice y sostenía un cuchillo en su garganta, el otro me tomó y me propinó un golpe que me dejó un poco desorientada. Ese mismo hombre tra... trato de tocarme —sentí como Claus me rodeó en sus brazos y me pegó a su pecho, me recompuse y seguí contando mientras los recuerdos estaban tan claros como si hubiera sido ayer —yo solo podía
DracTenía más de una semana de tener a Loud, en este mismo instante estaban los chicos tirando el cuerpo de ese desgraciado en alguna parte de Nueva York, mientras yo estaba en mi lujosa casa con piscina y una espectacular vista.Sabía que necesitaba un socio, me estaba encargando del negocio de mi madre y también el de mi padre, y deje de buscar a esa chica que lo único que hizo fue ser algo pasajero en mi vida.—Drac, porque no vas a Italia recuerdas al amigo de tu madre, él dirigía la mayor parte de la mafia italiana —me recomendó Dirk quien venía de la mano con Fabricio.—Podría ser... consigan el jet lo más rápido posible y nos vamos a Italia —ambos asintieron y se fueron.Ya había superado la muerte de mis padres, pero de todas formas los extrañaba me sentía solo justo como cuando me dejaron en la correccional donde conocí a Samay.—Drac, está todo listo, ya llamamos para acordar una reunión con él —bien, salimos de la c
—Hola loba, ¿qué haces aquí, por qué te fuiste? —¿que por qué me fui, joder es que es estúpido o se hace?—Creo que sabes muy bien porque me fui y no es de tu incumbencia saber que hago aquí —todos nos sentamos, pude ver a Dirk y a Fabricio, estos se acercaron y antes de que pudieran tocarme, Gustav y Luke los detuvieron —tranquilos chicos —y se alejaron dejando que Dirk y Fabricio me abrazaran.—Pensábamos que habías muerto —se separaron para verme detalladamente —veo que todavía tienes esa fascinación por los cuchillos —asentí y volví a ver a Claus que estaba confundido por todo esto. Nos fuimos a sentar y empezamos con la reunión.—Me presento soy Claus heredero de la mafia italiana, ella es mi novia creo que no necesitan presentación, pero de todos modos lo haré, ella es Lea dueña de la mafia rusa y Yakusa, es mi socia —Drac me volvió a ver sorprendido, sí cariño soy dueña de dos mafias y tu ¿qué?—¿Qué hiciste para ser dueña de dos mafias loba? —me encog
Lea1 mes despuésEstaba caminando por las calles de Milán, por fin un tiempo a "solas" ya que Gustav y Luke iban unos pasos atrás de mi con ropa particular.Andaba en la farmacia comprando unos medicamentos ya que no me he estado sintiendo muy bien, náuseas y algunos mareos o dolores de cabeza... así que compre pastillas para el estrés ya que estos días he estado trabajando mucho y eso podría ser un motivo de mis dolores de cabeza y las náuseas.Me quedé viendo al otro lado de la calle una chaqueta que llamó mucho mi atención, iba a cruzar y en ese momento sentí como alguien me sostenía de mis brazos.—Esto es por mi novio perra... —me arrojó a la carretera, sentí el impacto del auto contra mi cuerpo, como salí volando hasta caer unos pocos metros de donde estaba el auto, vi a Gustav y Luke correr a mí, me dolía todo y a la vez nada, mis oídos estaban zumbando y todas las voces las escuchaba lejos empe
Drac1 año despuésUn jodido año desde que volví a verla y aunque una parte de mi se alivió al verla sana y salva otra se quebró al ver como celaba al que es ahora mi socio.Todo iba genial con eso, yo estaba ganado bastante al igual que Claus y aunque me hubiera encantado trabajar con la loba, ella tenía razón al decir que yo no tenía nada más que ofrecer.Tocaron la puerta de mi despacho haciendo que dejara de ver por un segundo los papeles que tenía en mis manos.—Adelante —y Dirk entro con una carpeta, en su rostro se podía ver que estaba un poco preocupado.—Drac, tenemos problemas —eso no suena nada bien.—Dime que pasa —que estaba pasando se supone que todo iba bien con la venta en Italia y en algunas partes de nuestro país.—Bueno al parecer alguien nos está robando ya que varios cargamentos traen solo la mitad del dinero de las ventas que tenemos —tendré que volver a Italia a hablar esto
ClausDrac estaba llegando a nuestra casa, toda mi familia estaba afuera de la casa para darle la bienvenida, por así decirlo es como una tradición siempre que vienen invitados a nuestra casa.Después de los saludos todos entramos, Drac y Lea venían conmigo a mi despacho para hablar del porqué Drac quería hablar tan urgente conmigo.Entramos, Lea y Drac en frente de mi escritorio y yo en mi lugar habitual detrás del enorme escritorio.—Bueno Drac sin duda tengo mucha curiosidad de saber porque citaste una reunión, pensé que todo iba bien con su negocio —hablo Lea rompiendo la tensión que se había creado.—Lo que pasa es que alguien nos está robando —¡¿qué?! Quien sea que sea no va a vivir para poder disfrutar del estúpido dinero, esto era lo último que necesitábamos una maldita rata.—¿Tienes sospechas de quien pueda ser? —pregunte lo más calmado posible.—Tengo algunas dudas de dos chicos nuevos que trabajan en lo que es
LeaEstaba revisando personalmente el manejo de toda la droga en la sucursal que tengo aquí en Italia. Todo iba en orden, hace unas semanas desde que intentaron robarme un camión con una gran carga de droga y dinero, mis hombres pudieron detenerlo antes de que desapareciera de nuestro radar, el conductor no apareció el hijo de puta escapó como un cobarde.Iba subiendo las escaleras cuando escucho varios disparos, inmediatamente sacó la pistola que llevó en mi pantalón y apunto al hombre que hace lo mismo solo que en este caso el tipo quiere matarme, así que este es uno de los traidores.—¡Esto es por mi señora y por mi señor! —comenzó que disparar no sin antes yo poder atinar a mi objetivo, su ropa comenzó a teñirse de rojo, el cuerpo cayo en medio de un pasillo y todos los demás me veían con miedo, que mal el chico era joven, pero él se lo busco no debió de haber hecho eso.—¡A quien se le ocurra traicionarme ya sabe cuál va a ser su fina
ClausEstaba afuera viendo entrenar a todos, hace mucho que no entrenaba y por eso me uní a ellos. En menos de un minuto ya tenía al tipo comiéndose la lona y quejándose del dolor, algunas veces me impresiona lo mucho que me entrenó mi padre, pero comprendo el por qué.Flashback—¡Vamos Giordano, no seas tan débil! —gritaba mi padre desde fuera del ring mientras otro tipo me golpeaba, solo tenía trece años y él me estaba exigiendo más de lo que mi cuerpo podía.—No puedo —dije casi en un susurro mientras el otro tipo de unos veinte años me seguía golpeando mientras trataba fallida mente tapar mi rostro con mis brazos para bloquear los golpes.Así pasaron los días, las semanas, los meses y los años. Y para cuando estaba por cumplir catorce años ya podía noquear al tipo que me entrenaba y mi padre siguió entrenándome cada vez más fuerte hasta que podía vencer a un veterano especializado e