El ambiente en casa de los Thompson estaba cargado de tensión cuando llegamos a la fiesta de compromiso de Alexandre y Alice. Thomas y yo nos mezclamos con la multitud, saludando a los invitados con sonrisas educadas mientras observábamos cada movimiento de Alexandre.

En medio de la multitud de gente elegante, Alice lucía junto a Alexandre, radiante con las miradas de admiración que recibía. Ella se propuso demostrarle su supuesto amor, mientras yo luchaba por ocultar la angustia en mi corazón. Por más que sabía toda la verdad, mis celos hablaban más fuerte, pero tenía que mantenerme firme para que Thomas no sospechara nada.

Yo estaba al lado de Thomas, pero incluso en medio de la charla y las risas, nuestras miradas se encontraban furtivamente. Cada intercambio de miradas estaba cargado de significado, una comunicación silenciosa que sólo nosotros entendíamos. Nuestros sentimientos eran demasiado fuertes para contenerlos, incluso en medio de esta representación cuidadosamente organiz