Elliot levantó la cabeza y miró a Yvonne con curiosidad también.

Theo era el único que no estaba interesado. Él siguió comiendo de manera obediente con una cuchara pequeña.

Theo había ganado mucho peso ahora en comparación con cuando regresó por primera vez a la familia Lancaster. Se había vuelto regordete y rubio como un muñeco en un cuadro, lo cual era extremadamente lindo.

Yvonne dio la vuelta a su teléfono y se lo mostró a Henry y Elliot. "Es Mandy".

Elliot frunció la boca. "¿Para qué te está llamando?".

Aunque Henry no habló, lo que él quería saber era lo mismo que Elliot.

Yvonne le devolvió el teléfono. "Ella está en la estación de policía ahora y yo fui quien llamó a la policía. Ella me está llamando para que la deje ir o simplemente para regañarme. Tan simple como eso".

Elliot siseó con los ojos llenos de disgusto. "Oh, ¿cómo se atreve a pedirte que la dejes ir?".

Yvonne sonrió y no habló más. Luego contestó el teléfono. "¿Hola?".

Después de eso, ella puso el altav