“Los niños están en la oficina del director. Cuando nos dimos cuenta de que sucedió algo, le pedimos a la maestra de jardín de infancia que llevara a los niños e informara a los padres. Estos ya deberían haber llegado a la escuela. ¿Le gustaría ir, Señorita Smith?”, preguntó la asistente.

Yvonne entrecerró los ojos. "Eso no es necesario. No quiero ver a esos demonios. ¡No tengo que presentarme en persona para lidiar con ellos!".

El director y la asistente se miraron, y el director finalmente dijo: "Entonces los padres...".

Yvonne dijo con voz fría: "Depende de usted tratar con ellos, director. Debería decirles que esperen mi venganza. Será mejor que recen para que mi hijo esté bien. Si algo le pasa a Theo, no podrán escapar".

El director se estremeció con frialdad y rápidamente se secó el sudor de la frente. "Entiendo. Les transmitiré sus palabras, pero el Señor Lancaster tiene el estatus más alto, podría...".

“Entiendo su punto. No tiene que preocuparse por eso. Simplemente trans