Andrea
Salgo de la casa de mi hermano enojada, no se cómo puede desconfiar de su esposa y madre de su hijo. Ni siquiera conoce el país, ni el idioma, y ahora anda sola por ahí. Debo buscarla, lo haré, claro que lo haré.
Camino mientras saco mi celular para llamar a Dante, él de seguro me ayudara. Cuando estoy por marcar su número una mano me arrebata el celular al mismo tiempo que Lorenza me agarra de mis cabellos provocando que un quejido salga de mis labios, me han agarrado desprevenida.
-Sueltenme, o gritaré hasta que Aless se de cuenta.-amenazo forcejeando.
-Aless, es tan ingenuo que nunca se da cuenta de lo que en realidad sucede a su alrededor, y me encargaré de que tú no te entrometas en nuestros planes.-dice mirándome con desprecio.
-Dejame.-ordeno al tiempo que logro liberarme, pero esto no dura mucho ya que Elliot aparece en mi campo de visión, y sin darme tiempo a procesar me alza como costal de papa
Dante La observo esperando una respuesta de su parte, siempre me he preguntado quién es ese hombre, y que le ha hecho, es muy probable que también la haya lastimado, y ni me quiero imaginar de que manera.-Tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.-le digo con suavidad, ella suspira con cansancio mientras se acomoda en la cama para después mirarme fijamente, y le sostengo la mirada porque es descubierto que cuando hace eso encuentra el valor para hablar.-Es el mejor amigo de mi hermano, y él culpable del divorcio de mis padres.-dice y la miro confundido.-Es el amante de mi madre.-confirma mis sospechas.-¿Qué te ha hecho?-pregunto en un susurro.-Es el cómplice de Lorenza, trabajan juntos, y se que lo que pasó con mi cuñada es su culpa. Él ha participado en las palizas que me ha dado mi "madre", y...-no logra terminar la oración porque un sollozo sale de su garganta.-¿Qué más, cariño?-pregunto con suavidad.<
Dante Acaricio la espalda de Andrea, mientras sujeto su cabello, luego de unos minutos logra parar, está muy pálida para mí gusto, y la siento demasiado débil. Ella recuesta su cabeza en mi pecho en señal de agotamiento, la levanto en mis brazos y la llevo hasta el lavado,en dónde la siento para que esté más cómoda, ella me sonrie apenada mientras agarra su cepillo de dientes y se lava la boca. Observo cada uno de sus movimientos, y ya no hay dudas, estoy perdidamente enamorado de mi chica de ojos azules como el cielo,conocerla fue lo mejor que me ha pasado, ella es perfección pura sin siquiera saberlo. Me gusta todo de ella, sus mejillas sonrojadas cuando me pongo un poco cursi, sus deseosos labios que muero por besar, su sonrisa que se a convertido en mi razón para seguir... La pureza de su alma, sus ojos que me transportan a otro universo...-¿Estás bien, Dante?-pregunta con preocupación trayendome de re
Andrea Sonrío feliz al escuchar a los hermanos Ferrara cantar el feliz cumpleaños, abro mis ojos y me los encuentro con un pastel en las mano de Dante, y sus hermanos traen papelitos de colores los cuales me tiran sin darme tiempo a procesar su acción.-Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños Andrea, felicidades a ti!-cantan los tres a coro y solo puedo sonreír agradecida por estos seres que me ha mandado Dios.-Gracias, no debieron molestarse.-digo sentandome en la cama para agarrar el pastel y ponerlo en mi regazo.-Te lo mereces, ángel.-dice Dante dejando un beso en mi frente.-Feliz cumpleaños, hermosa.-me dice pasandome una cajita pequeña que no se de donde la saco, la agarro entre mis manos, y Pia agarra el pastel para ayudarme.-¿Qué es?-pregunto como niña pequeña, y es que si bien mi padre v regalos en cada cumpleaños, nunca los tome enserio porque para mí era como si quisiera comprarme con eso, en cambio, estás personas en verdad me apr
Dante Jamás he sonreido tanto en mi vida, pero como no hacerlo cuando la chica que tanto quieres ha aceptado ser tu novia. Tenía planeado esto desde hace tiempo, porque con ella tengo que planear hasta el mínimo detalle, sabía que había una probabilidad de que me rechazará, pero no podía quedarme con el hubiera. Mi stellina al fin era mayor de edad, y eso traía consigo muchas cosas positivas, como por ejemplo que esos miserables no se acerquen más a ella, o que a partir de ahora sea mi novia. Cada cosa que le dije es lo que estuve guardando todo este tiempo, y no me cansaría la vida para explicarle lo que significa para mí y la forma en que transforma mi vida. Ahora mismo nos encontramos sentados junto a mis hermanos que fueron mis cómplices. Al fin puedo decir, que Andrea es mi novia, mi chica y mi compañera de aventuras.-¿Ustedes sabían?-le pregunta a mis hermanos y estos sonr
Andrea Nuestras bocas se mueven lentamente disfrutando del momento, de la dicha de tenernos, las manos de mi novio descansan en mi cintura mientras me besa, y las mías se sostienen de su hombros. Nos separamos por falta de aire, y mientras recuperamos el aliento nos miramos fijamente, él me sonríe y yo le correspondo de la misma manera.-Me encanta besar tus labios, mi stellina.-dice sin dejar de observarme e inconscientemente mis mejillas arden por sus palabras, y es que a pesar de que han pasado dos semanas desde que somos novios aún no me acostrumbro a sus nuestras de afecto, y todo esto se debe a qué en realidad jamás he tenido ese tipo de trato con nadie, mis padres nunca me han dicho un "te quiero", así que me resulta raro y a la vez me da miedo de amar y que esto termine mal.-¿Cariño?-pregunta confuso provocando que salga de mis pensamientos.-Yo... ¿Qué decías?-pregunto avergonzada.-Nada, ¿Quieres contarme algo
Dante Me encuentro estudiando en la sala mientras espero a mis hermanos y a mí chica, las cuales tengo entendido han ido de compras, y es algo que me agrada ya que mi ángel se rehusaba a comprar ropa, y solo se conformo con unas pocas prendas. Me pierdo en mis pensamientos, mi hermano ha estado muy raro últimamente, y eso me preocupa, lo que menos deseo es que algunos de ellos tenga problemas. Mi amigo, Andriano, también ha estado raro, pero se que es algo relacionado a uno de sus secretos que guarda en lo más profundo de su ser, él es un hombre que ha sufrido igual o más que yo, y eso lo sé con lo poco que me ha contado. Supongo que todos tenemos una vida difícil, en la cual nos cuesta seguir por los problemas, las pérdidas, las enfermedades e incluso por la falta de dinero, y a veces esto nos resulta tan difícil de comprender. Vuelvo a la realidad al escuchar unos pasos, me quedo esperan
Andrea Espero a que Dante, salga de la habitación para rápidamente levantarme de la cama y correr al baño, en donde me encierro, tratando de huir de mis problemas, estoy cansada de que cada vez que pienso que al fin seré feliz, aparece Lorenza recordándome que estoy condenada a vivir bajo sus sombras. Me miro al espejo, mis ojos están hinchados por el llanto, mi nariz y mis mejillas están rojizas, mis labios tiemblan y mi pulso está disparado por todas las emociones que embargan mi ser. Ya ha pasado una semana, desde aquel día, y las cosas han cambiado mucho, ya no hablo, me he mostrado muy distante con todos, en especial con Dante, pero eso no quita que siga viendo por mí, y que incluso duerma a mi lado para ahuyentar mis pesadillas. La odio, odio a Lorenza Lombardi, sé que no es bueno sentir esto por nadie, pero ella se lo ha ganado a pulso, cada lágrima que he
Donato Donato Romano Ferrara Monti... No sé en qué habrán estado pensando mis padres cuando se les ocurrió ponernos dos nombres y sus dos apellidos, pero igual no me quejo porque a mí me queda todo perfecto por naturaleza. Bueno hablando enserio, no me considero presumido, bueno... quizás un poco, pero tengo con que, solo bromeó. Estoy tan aburrido en la clase de historia que solo pienso estupideces, no veo la hora de terminar las clases para disfrutar de mis merecidas vacaciones, hasta que llegue mis nuevas responsabilidades, y de las cuales según mi hermano Dante, no me puedo escapar como tenía pensado. Pero antes de que llegue el momento de "sentar cabeza", voy a sacarle el jugo a las salidas nocturnas, y no volveré a casa hasta que no recuerde mi apellido, aunque... en ese caso tampoco recordaré la dirección.-Señor Ferrara, ¿De qué estamos hablando?-pregunta el gruñón del profesor provocando que