NATALIE
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Cuando llegamos al restaurante, pude ver que ambos estábamos relajados. Él se miraba muy serio como siempre aún así se notaba que nada le afectaba. Aunque hablamos muy poco en el camino, me sentía cómoda a su lado.
—Oh Dios, increíblemente impresionante como siempre —dijo una voz que se acercaba a nosotros, cuando comencé a quitarme el abrigo con ayuda de Dominik, que se encontraba detrás de mí.
Esa voz se me hacía familiar, como si en algún lado ya la hubiera escuchado, me giré sorprendida. Y así pude comprobar a quién le pertenecía esa voz potente, varonil y seductora. Se trataba del primo de Dominik, si mal no recuerdo. Solo lo había visto una vez en nuestra boda, ya que él había sido el padrino junto a Kris. Y como
NATALIE°° ♡ °°Por instinto tome de su mano para calmar la situación. Pero no dejaba de verlo, de un modo detonante. Sus ojos se desviaron hacia mi cuando hice un ligero apretón en su muñeca. Parecía como si se le hubiera olvidado que yo estaba ahí, y eso lo hizo reaccionar. ¿Realmente que sucedía con él?No dijo nada, solo tomo de mi mano entrelazando nuestros dedos y me halo consigo para apartarnos de ahí. Tenía la pregunta en la punta de mi lengua y sin que mi cerebro lo procesara lo solté sin pensarlo.― ¿Por qué lo odias? ―pregunte sin miedo alguno, pero una vez que me di cuenta de lo que había hecho, los nervios me invadieron. Con el temor de que la agarrara contra mí.―No es odio ―respondió molesto. Me sorprendió que me respondiera. Pero antes de que p
NATALIE°° ♡ °°El camino es largo, casi una hora de viaje para llegar a las dichosas montañas. No entiendo cómo es que voy a escalar una, jamás en mi vida había hecho algo así. Moriré en el intento, lo sé, solo espero no morir de verdad y caer de una.Al llegar al lugar parqueemos en una zona de descanso. Dominik, Ken y Damián comenzaron a bajar todas las cosas del equipamiento para la escala. Mientras ellos hacían eso, Anastasia me tomo del brazo para alejarnos un poco de todos y llevarme a un área verde donde había unos troncos tipo asientos.―Ven vamos asentarnos mientras ellos descargan todo ―no pensaba hacer eso, debía ayudar pero ella no me lo permito ya que en ningún momento me soltó ―Quiero hablar algo contigo.― ¿Sobre qué? ―pregunto, ya estando instalada c
NATALIE°° ♡ °°De vuelta a casa también hizo lo mismo, al bajar del auto me llevo consigo en sus brazos hasta llegar a la sala, para después depositándome en el sofá con mucho cuidado. No quería lastimarme. Con ayuda de él coloque mi pie arriba de dos cojines, para así no moverlo y no lastimar más mi tobillo, ya que se encontraba algo hinchado.—¿Estás bien? —Pregunta cuando me deja en el sofá. Pero en vez de apartarse se queda un momento inclinado al frente con su cara a escasas de la mía. Como si me fuera a besar, y si él no lo hace, seré yo la que lo comience.—Lo estoy —consigo decir, tenerlo así me dificultaba el habla —Ahora solo duele un poco.Asintió, y sus ojos me dan una última mirada en mis labios para despu&eacu
NATALIE°° ♡ °°Estiro el brazo buscando a Dominik, pero mi mano se topa con la nada. El otro lado de la cama está vacío. Abro los ojos lentamente, y compruebo que realmente estoy sola. Me incorporo en la cama y durante un rato observo con la mirada fija las sábanas revueltas y el lado donde anteriormente estaba Dominik. De repente me siento triste, con la idea en mi cabeza de que se haya marchado dejándome sola. Pensé que despertaríamos juntos, pero lo más probable es que se fuera en cuanto me quedé dormida. ¿Pero a dónde? Esta era su alcoba.Hundo el rostro entre las almohadas y contengo un grito. No quería pensar en que me haya abandonado aquí toda la noche. Me dispongo a levantarme y camino hacía donde había quedado mi toalla anoche.Anoche, mi mente se fue por unos seg
NATALIE°° ♡ °°Dominik llego a mi lado, antes de que el medico se marchara. El hombre me dijo que todavía no era momento de las visitas y debía esperar la orden del cardiólogo. Una vez que se marchó quede a solas con mi esposo, Mali se había ido a sentar cuando volvió Kris.Dominik estira la mano y en silencio me seca las lágrimas que empañan mis mejillas. No sé en qué momento comencé a llorar, que ni cuenta me di de ello.Bajo la cabeza apenada mirando al suelo. Su reacción me deja confundida, no esperaba eso de su parte. Alzo la vista de nuevo, me está contemplando en silencio. Durante unos segundos le sostengo la mirada. Mis ojos siguen humedecidos. Sin contenerme y con un impulso involuntario que no sé de donde salió, me lanzo a él y lo abrazo.Me
DOMINIK°° ♡ °°Llego el momento que menos había querido. Recibí una llamada de mi padre pidiéndome que viniera a la empresa. Y ahora estaba reunido en la sala de juntas con él y con todos los socios de la compañía Kirgyakos, sin contar a Arthur, que era por la razón que estábamos reunidos aquí.—Lo que hizo fue un fraude, y debe pagar —dijo uno de los socios.
NATALIE°° ♡ °°No podía contener mi enojo, mi decepción, el dolor y tristeza que me dio al enterarme de todo lo que estaba pasando. Después de haber salido de ese nido de buitres, con ayuda de Ayron seguí el camino a mi casa. Conseguí llevar a Mali y dejarla allí, intente no mostrarme muy afectada por los hechos pero ella me conoce lo suficiente para saber que algo había sucedido en ese lugar. Ella siempre ha sido compresiva conmigo y jamás me ha obligado a contarle mis problemas, siempre he tenido su hombro para llorar y aun así nunca ha pedido detalles de nada. Es como una segunda madre para mí.Me sentía muy mal, pero debía volver al hospital, a lado de mi padre. En cuanto dejamos a Mali volví a la clínica. Kris seguía en la sala de espera y en cuanto me miro se puso de
NATALIE°° ♡ °°Un escalofrío de puro terror me recorre la espina dorsal. Por una brevedad una sonrisa torcida y cruel se desliza en los labios del padre de Dominik, y eso es todo lo que necesito pasa darme cuenta que no esta aquí con buenas intenciones. Desde que su hijo me dijo la clase de hombre que es, el hecho de tenerlo frente a mí me poner los nervios de punta.―Collins ―dice con arrogancia, en su tono de siempre, al tiempo que su sonrisa se borra vuelve su careta seria y amenazante, como un tiburón acorralando a su presa ―no sabes cuánto tiempo estuve esperando este día para conversar contigo ―Mali nos ve ambos, confundida y él se percata de ello ―Quiero que sea asolas ―ordena.No me atrevo a moverme ni asentir. No soy capaz de hacer nada más que mirarlo fijamente y sentirme acorralada por él y abrum