Kaira por un momento, pensó que se trataba de algún tipo de broma o una forma de hablar, así que insistió: —¿A qué te refieres, Anika?

— No es producto de mi imaginación, te lo juro, quisiera no haberme levantado, no haber visto nada—, dijo la niña sin poder contener el llanto.

Kaira la abrazó con fuerza, era claro que aún no superó la mala experiencia que vivió. —Te creo, solo cuéntame lo que viste exactamente, si puedes, no quiero que te alteres reviviendo momentos difíciles.

— Yo… Lo guardé por mucho tiempo, tuve pesadillas una y otra vez, pero creo que ya estoy preparada para contarlo.

— Bien, estás segura conmigo, no pasará nada, no te dejaré sola en esto.

— Fue durante unas vacaciones el año pasado que pasamos en Udaipur. Al lado de mi cuarto estaba una de las habitaciones de huéspedes, allí se quedaba Vany que en ese momento era la prometida de Arin.

— ¿Ambos hermanos fueron?

— Sí, ellos son asquerosamente inseparables. Lo cierto es que me desperté en medio de la noche porque de