No sé de qué tanto puede estar hablando con mi padre, pero lo único que puedo hacer es observarlo mientras camina de un lado al otro de la playa. Su rostro no refleja preocupación sino todo lo contrario. Yo aquí con ganas de seguir con lo que habíamos iniciado y él ahí tan tranquilo hablando con su suegro... si, debo admitir que el embarazo ha hecho que mis hormonas me tengan vuelta loca, pero creo que es una simple excusa; es él quien me tiene así deseándolo a todas horas. Es tan guapo... tan perfecto... cada uno de esos formados músculos... esa sonrisa... en fin todo él me tiene absolutamente enamorada.
Termino de acomodarme el bikini ya que dudo que vayamos a retomar nuestros besos y me acuesto nuevamente sobre la manta de playa para seguir tomando sol e intentar relajarme. Miro hacia el cielo mientras que acaricio mi abdomen y no puedo dejar de imaginarme como serán mis hijos
[BAUTISTA]Dos semanas después—Amor, nos tenemos que levantar para ir al doctor.— Le recuerdo al oído intentando despertarla, pero es prácticamente imposible.Ella se voltea para quedar de lado mirándome a mi y me lanza una sonrisa —Sabes, me gusta la casa que mi padre nos ha regalado aquí en Málaga, pero preferiría que nos hubiéramos quedado en Capri.— Me deja saber mientras que acerca su cuerpo mas al mío y esto si es peligroso.—Lo sé, pero debo ir a Miami para la reunión con el productor...—Comento.—Ya lo sé amor, pero es que esa isla me tiene enamorada.——¿Más que yo?— Pregunto haciéndome el ofendido.Una enorme sonrisa se dibuja en su rostro ante mis palabras —Creo que ya habías aclarado todo la última vez que te habían dado dudas.—
[BAUTISTA]Como me lo suponía, al entrar a la casa de mis padres; donde hemos quedado para cenar todos en familia, la pregunta —¿¡Y que son!?— No tarda en hacerse presente.Durante todo el día mi queridísima esposa me ha estado dando un sermón de lo que puedo y no puedo hacer con mis hijos; y si ha puesto reglas en cuanto a cuestionar su ropa, salida con amigas, y sobre todo celos. Honestamente me ha resultado muy gracioso, pero sé que lleva razón, seremos tres contra una y creo que ahora si querrá que equiparemos el equipo buscando la niña.—Familia, denos un momento por favor...— Digo sonriente —Dejen que, aunque sea se siente.——¡Por favor!— Añade riéndose.—¡Hija, discúlpanos... es que estamos ansiosos!— Le explica su padre mientras es él quien le ayuda a tomar asien
Dos semanas despuésEstoy totalmente cautivada viendo todas las propuestas para la película. Definitivamente va a ser un proyecto increíble. La manera que se producirá y las propuestas de musicalización son únicas y yo solo puedo sentir orgullo y enamorarme más y más de él. —Lo amas mucho, ¿no?— Me pregunta Armando haciéndome regresar a la realidad.Aparto mi mirada de mi esposo, y lo miro a Armando, a quien le sonrió algo avergonzada —Sé que no es profesional que trabaje con ustedes siendo su esposa, pero Bautista ha insistido tanto...— Le explico tímidamente.—Abril, no tiene nada de malo. Es más, me encanta trabajar contigo y creo que Bautista está demasiado relajado, lo cual hace que se note muchísimo en el trabajo que está haciendo.— Me explica sonriente al ver cómo me he puesto. —&iqu
[BAUTISTA]Hemos recorrido todo el centro comercial y ver su cara de felicidad cada vez que ambos escogíamos algo juntos, me llena de amor, de ganas de que esto nunca tenga un final. Aun las palabras que me ha dicho en el auto siguen rondando en mi cabeza y pienso que nunca hubiese podido encontrar a una mujer que me comprendiera tanto como lo hace ella. Abril no solo me comprende, pero me complementa y eso es lo que más amo de nuestra relación. La observo mientras que camina distraída mirando las vidrieras de los locales que vamos pasando y solo puedo pensar en lo bella que es y lo preciosa que se ve embarazada. Las mujeres se quejan de los kilos que suben durante el embarazo, pero a mi parecer ella luce increíblemente sexy, si es que había manera que fuera más sexy de lo que ya lo era. —¿Qué tanto me miras guapo?— Me pregunta regresándome a este mundo.—Siempre me descubres.&mdash
No sé muy bien como hemos hecho, pero hemos logrado salir de la habitación del hotel sin haber vuelto a perder el control. Bautista y yo somos una delicada llama que nunca se apaga. Si a eso le sumamos que las hormonas me están volviendo loca por culpa del embarazo, y que Bautista tampoco sabe controlarse mucho... bueno en pocas palabras somos dinamita pura y lo único que podemos hacer es reírnos en el auto al saber lo mucho que hemos pensado si salir o no de la habitación.—Voy a extrañar tus locuras cariño— Me dice rompiendo el silencio.—¿Por qué dices que las vas a extrañar?— Pregunto sin entender mucho.Él toma mi mano entre la suya y lleva nuestras manos sobre mi rodilla —Va a ser complicado con dos bebes.— Explica mirándome.—Si, nuestras locuras seguro que si, pero ¿tú no piensas tocarme nunca má
[BAUTISTA]Después de haber finalmente escogido los nombres de nuestros hijos y haber disfrutado de una exquisita cena; entramos a la habitación. —¿Te sientes bien cariño?— Le pregunto al ver que apenas entramos se recuesta sobre la cama sin siquiera quitarse los zapatos.—La verdad es que estoy agotada.— Responde mientras que ayudándose con un pie quita el zapato de su otro pie y luego repite el movimiento con el otro pie.—¿Te ayudo?— Le propongo acercándole su camisón.—Por favor. No sé que me sucede, pero estoy demasiado cansada.— Explica y se sienta para que lentamente le ayude a quitarse la ropa y a colocarse el camisón.Apenas la tela cae en su cuerpo, ella se acuesta dentro de la sabanas y se acomoda. Después de dejar su ropa sobre la silla, me quito mi ropa, voy al baño a cepillarme los dientes y me acue
Algunos meses despuésFalta tan solo dos meses para el lanzamiento de la nueva película. Estoy tan pero tan ansioso que ya no veo la hora de que todos puedan verla y escuchar la canción. Los únicos que han visto parte de la película además de Armando y su equipo, han sido mi suegro, Laura, y toda mi familia. Obviamente Abril también la ha visto, pero a ella no le hecho escuchar su canción ya que será una hermosa sorpresa para ella.Estoy haciendo pesas en el gimnasio de nuestra casa en Málaga y cada vez que estoy disfrutando de la paz de mi ciudad doy gracias a la vida de que haya sido ella quien decidiera que nos mudáramos aquí para que nuestros hijos crecieran cerca de sus abuelos y que pudieran disfrutar de la paz que tiene este lugar. Sigo haciendo ejercicio mientras escucho música hasta que la veo entrar —Mmmm... pero que guapo.— Me dice sonriente.—
Desde que me entere que sería padre vengo intentando prepararme para este momento, pero vaya que he fallado... no estoy para nada listo. Se supone que debo darle apoyo, sostener su mano, ayudarle a respirar; todo eso que me han enseñado durante el curso de preparto, pero estoy aquí con mis piernas temblando como gelatina mientras que el doctor le pide que puje. —¡Vamos cariño, tu puedes!— Logro decir mientras que siento como su mano aprieta la mía de una manera que creí que jamás podría hacerlo.Me es imposible ponerme ni siquiera por un segundo en su lugar y por todo el dolor que debe de estar pasando. Es tan valiente, tan única... Puja una vez más y el doctor ríe —¡Aquí viene el primero!— Grita y de a poco va sacando a nuestro primer hijo quien hemos acordado que se llamaría Izan Bastian. Unos pocos minutos después lo escucho llorar y ahora s