La mayor parte del vuelo Brit fue recostada cómodamente en el asiento delantero en la primera clase. Agradeció a los budas y santos que sus pequeños no le dieron ningún tipo de molestia. De vez en cuando Daniel acaricia y platica con sus hijos, obviamente hablándole solo a uno. A Brit esto le hacía mucha gracia y se reía sola, haciendo que Daniel la mirara extrañado por su comportamiento, pero ella disimulaba con su mirada fija en la pantalla donde se veía una película de comedía, al verla concentrada en la pantalla la confusión de Daniel se esfumo.

Tanto el vuelo, como el aterrizaje fueron tranquilos. Una vez en el aeropuerto les vino a ambos un recuerdo de cuando se vieron por primera vez, más a Daniel que a Brit, ya que ella solo pudo sentir su mirada y ver su espalda.

Daniel detuvo sus pasos, sujeto las manos de su chica y cerró los ojos para recordar mejor ese momento