Reus movió su dedo índice en círculos hacia arriba y cada quien supo que hacer por lo que todos se pusieron en marcha y Ximena salió de sus pensamientos para ingresar al coche. En los asientos traseros, él se encargo de subir la división para aprovechar el largo camino. Metió una de sus manos por la falda de Ximena hasta llegar a su sexo, el cual acaricio y toco mientras devoraba su boca en un ferviente beso, con sus dedos dentro de ella la invistió una y otra vez hasta que la hizo correr ahogando sus gemidos en su boca. Terminando esa excelente masturbación la sentó en su regazo y la hizo follarlo, no les importo el pobre conductor que se encontraba todo acalorado por los gemidos de ambos, se flojo la corbata y se tocaba su miembro de vez en cuando “¿Por qué hacen eso delante de alguien con hambre?” se preguntó resignado.

La pareja no se dio cuenta de que habían lleg