POV ALLARIK

—Prometeme que me llamaras en cuanto llegues —le digo a Zahira mirándola a sus hermosos ojos azules, mientras la estrecho con fuerza entre mis brazos. Nunca me cansaría de verla y menos de tenerla tan cerca.

—Lo haré —me asegura apartándose de mi. Algo no anda bien y su rostro lo refleja.

—Te acompañaré —le digo por enésima vez y ella se niega.

—No quiero traerte problemas —dice bajando su mirada al suelo y por la forma en que lo hace, me confirma lo serio que debe ser el lío en que está metida.

—Yo te he traído problemas a tí —la tomo del mentón y levanto su rostro para que enfoque su vista en mí—. Lo justo es que vaya y de la cara —le digo con seriedad, sé como son los problemas entre árabes y una sola ofensa a veces es cobrada con sangre.

Lo nuestro no es tan fuerte, ni tan serio para ir a exponer mi vida, pero Zahira lo vale.

—¡Vaya! Qué le ha pasado al Allarik insolente, insoportable, egocéntrico y que no le importa una mierda los sentimientos de los demás —se burla