— El regreso a la manada duró más horas de lo planeado debido a los heridos, pero habían llegado a su destino como lo planearon. Siena decidió callar acerca del contenido que encontró en aquella isla, la misma orden llegó para Maximiliano que a duras penas acepto la orden de su Luna.

— Edan subió a Siena a la camioneta que los llevará en el extenso bosque que transmitía una paz tan grande para ellos, parecía que después de mucho tiempo volvieron a respirar tranquilos.

— Los guardias estaban en fila esperando la llegada de Edan DuPont, cuando el imponente hombre se bajó del vehículo lo hizo agarrado de la mano de Siena, lo orgulloso que se sentía de ella y el amor que tenía por la loba se percibía en la mirada del Alfa, caminaron seguro hasta dentro de la casa de la manada, cuando Siena agarró el brazo del Alfa.

— ¿Dónde están mis cachorros? - La voz de la loba se oía firme, el Alfa solo dejó ver su sonrisa Lobuna y sus ojos azules brillaron intensamente.

— Que pasaría si te digo que l