Ling Yiran se sorprendió. Ella lo acababa de conocer cuando ella dijo eso. Él era gentil, cuidadoso y nunca se preocupó por el hecho de que ella hubiera estado en prisión. Ella pensaba que él era un buen hombre, pero en realidad... había un lado en él que era intrigante y de corazón frío. Tenía las manos manchadas de sangre... Él nunca podría ser un buen hombre.

"Dime, ¿qué harás si involucro a Guo Xinli?", él preguntó, poniéndola a prueba.

Sus ojos almendrados lo miraron con cierta determinación. "No le pongas una mano a Guo Xinli. De lo contrario, ¡no te perdonaré!".

¡Ella solo podía amenazarlo consigo misma!

El rostro de él se oscureció cada vez más. "Reaccionas de manera exagerada cuando se trata solo de Guo Xinli. ¿Todavía vas a negar que te preocupas por él?".

‘¿Me preocupo por él?’. Ling Yiran se preguntó a sí misma. Ella no tenía ningún sentimiento especial por Guo Xinli, o tal vez había algo simple y ordinario en él que la hacía desear por su seguridad.

Cuanto más uno ex