Xiao Ziqi quería arrepentirse ante Yi Jinli pero no tuvo la oportunidad de encontrárselo en absoluto. Por lo tanto, solo podía quedarse junto a la entrada de la urbanización de Ling Yiran. Cuando Xiao Ziqi notó un Bentley estacionado no muy lejos de la propiedad y una figura saliendo del auto en la entrada de la propiedad, se apresuró a salir de su auto para acercarse al hombre.

"Presidente Yi, el incidente que sucedió anteriormente se debió a que mi hermana menor no tenía buenos modales. Por favor, muestre su superioridad moral siendo misericordioso y dejando que la Familia Xiao se salga del apuro", suplicó Xiao Ziqi con una actitud modesta.

"¿Dejar que la Familia Xiao salga del apuro?" Yi Jinli resopló ligeramente.

"Si tiene alguna condición, indíquela. Aceptaré cualquier solicitud que sea capaz de cumplir".

Los hermosos y amorosos ojos de Yi Jinli miraron fríamente al hombre frente a él. En un instante, Xiao Ziqi sintió como si toda su sangre se hubiera congelado. La mirada de Y