“¿Ayudarme? ¡Esas palabras que salen de tu boca me enferman!", dijo Ling Yiran.

Las personas que las rodeaban eran abogados profesionales, no idiotas. ¿Cómo no pudieron sentir algo cuando escucharon esto? Inmediatamente, la forma en que miraban a Guan Lili cambió. Era seguro que la reputación de Guan Lili estaba arruinada.

Guan Lili había querido avergonzar a Ling Yiran hoy para poder desahogar sus sentimientos de mortificación después de encontrarse a Ling Yiran durante su examen médico en el hospital.

¿Quién hubiera pensado que la persona avergonzada ahora era ella misma?

De inmediato, sin pensar, ella tomó una taza de té frente a ella y se la arrojó a Ling Yiran.

Ling Yiran logró evitar salpicaduras en su cara ya que ya tenía sus defensas levantadas y retrocedió con tiempo, pero la mitad superior de su ropa no se salvó.

Como el clima estaba caluroso, Ling Yiran no vestía más que una camisa blanca. Ahora estaba mojada por el té y su ropa interior debajo era visible.

Los colega