Qin Lianyi echó un vistazo a Bai Tingxin. ‘Hmm, se ve bien con traje. ¡Se ve bastante guapo! ¡Es realmente muy atractivo! No es de extrañar que fuera tan imprudente al hacerle algo así cuando me emborraché en ese entonces’.

‘En ese sentido, tenía un buen físico. Aunque es un poco flaco, tiene músculos firmes...’. Qin Lianyi recordó la vez que vio a Bai Tingxin en toda su desnuda gloria...

Su tez se sonrojó de inmediato, y rápidamente miró hacia abajo. Se estaba diciendo a sí misma que dejara de pensar en esas tonterías.

Bai Tingxin vio a Qin Lianyi que estaba en una esquina con la cabeza gacha. No estaba seguro de lo que pasaba por su mente.

Al mirar su figura, los labios de Bai Tingxin se curvaron involuntariamente en una sonrisa pequeña.

El jefe le dijo a Bai Tingxin: “Sr. Bai, podemos empezar".

"Está bien”.

Así, el jefe inició la reunión. Comenzó presentando a Bai Tingxin, luego presentó algunos de los proyectos anteriores realizados por la empresa.

No se olvidó de mencionar