Yi Jinli detuvo sus pasos mientras sus ojos negros la miraban.

Ella estaba perpleja. "¿Qué pasa?".

"¿Y si lo hiciera?", preguntó de repente.

Ella se sorprendió por un momento mientras la sonrisa en su rostro desaparecía gradualmente. Con dificultad, frunció los labios y lo miró solemnemente. "Jin, no me gusta cuando alguien me miente. Siempre he pensado que para que una relación dure, debemos ser honestos el uno con el otro. Lo mínimo es no mentirse el uno al otro".

Él guardó silencio, pero su mirada permaneció fija en ella.

"¿Me mentirías?", preguntó de nuevo. Su corazón se sentía ansioso e incómodo como si tuviera miedo de que él dijera que sí. Temía que sus opiniones sobre las cosas estuvieran en lados opuestos del espectro.

Si no podían estar en la misma página con respecto a esto, ¿cómo iban a continuar con la relación?

Sus manos que estaban a sus costados se apretaron imperceptiblemente. Luego, sus labios se movieron lentamente mientras pronunciaba dos palabras: "No lo har