—Videos... Zhong Keke vaciló brevemente antes de darse cuenta de la situación.

Sí, muchas personas grabaron el incidente con sus teléfonos. Era natural que algunos subieran estos videos a Internet.

Riéndose por dentro, Zhong Keke dirigió su atención a Yan Luochu.

—Sr. Yan, no nos consideraría amigos, así que no hay razón para que se involucre en esto. Este es mi lugar y su presencia no es bienvenida. Por favor, váyase.

Yan Luochu suplicó:

—¡Keke, estoy realmente preocupado por ti! Reconozco mis errores. Solo quiero asegurar tu bienestar.

¡Él quería protegerla, hacer las paces! Pero al final, se dio cuenta de que ella no estaba dispuesta a aceptar ningún tipo de reconciliación.

—Es innecesario —se quejó Zhong Keke, el cansancio evidente en su voz. Parecía exhausta. —Yan Luochu, estoy exhausta hoy. Honestamente, no quiero tratar más contigo y necesito un tiempo a solas. Si crees que me has engañado, déjame en paz.

Yan Luochu parecía estar a punto de responder, pero fin