Zhuo Qianyun no pudo evitar levantar la mano ligeramente para estirarla hacia su camisa, queriendo ver cómo estaba su herida.

A pesar de que sabía que tenía doctores y enfermeras atendiéndolo y que su herida seguramente sanaría bien, ella no pudo evitar sentir la necesidad de echar un vistazo.

'Una mirada. Solo una mirada’.

Se dijo a sí misma y procedió a desabotonar su camisa hasta que pudo abrirla suavemente para ver su costilla derecha, la cual estaba debajo de su pecho...

Ella vio una herida horrible.

Los ojos de Zhuo Qianyun de repente se humedecieron. Nunca había visto bien la cicatriz postoperatoria que él tuvo después de la primera donación de hígado.

Incluso cuando se acostaron accidentalmente, la habitación estaba oscura y ella se estaba resistiendo tanto que nunca pudo ver bien la cicatriz.

Más tarde, él fue herido y fue hospitalizado después de salvarla. Su cuerpo quedó envuelto en gasa, por lo tanto tampoco vio su herida.

Esta vez, ella finalmente lo vio.

La herid