"Cuando doné sangre la última vez, escuché de las enfermeras que su enfermedad requiere que él se someta a un tratamiento de transfusión con la sangre de su familia inmediata. Esa es su única oportunidad de sobrevivir, ¿verdad? Su tipo de sangre es el mismo que el mío, así que él se recuperará si puedo donar suficiente sangre para su transfusión. ¿No es así?”, ella preguntó.

Su Zhehan volvió a sus sentidos. "Sí, necesitamos que ayudes al Pequeño Heng con su transfusión para que se recupere, pero...".

"Ayudaré al Pequeño Heng con su transfusión. Incluso si no fuera mi hijo, lo haría si mi sangre puede salvar a alguien más", dijo ella.

Después de pasar por tantas cosas, ella se dio cuenta del valor de la vida y estaba más dispuesta a ayudar a los necesitados.

Dicho esto, volvió a mirar fijamente al Pequeño Heng todavía inconsciente. Luego, se dio la vuelta para irse.

Su Zhehan agarró el brazo de Xia Xi. "¿Crees que dije eso para que ayudaras al Pequeño Heng con su transfusión?".

"¿