Ya que tenían todas las pruebas para el caso de Xia Huan, la familia Gong no perdonaría a Xia Huan. Ella podía vengar la muerte de Nanting, por lo tanto no tendría nada de qué arrepentirse.

Xia Xi se acostó en medio de la calle sin miedo en su rostro.

En el borde de la carretera cercana, Su Zhehan tenía la cara llena de sorpresa.

¡Él nunca esperó que ella aceptara una apuesta como esa!

El objetivo de ella era solo recuperar el brazalete.

Ella parecía que no tenía miedo mientras estaba acostada en el suelo, pero un escalofrío le recorrió la espalda a él como si estuviera cubierto de sudor frío.

'¿Este brazalete que Gong Nanting le dio es tan importante para ella? ¿Es tan importante que puede arriesgar su vida por ello?’. ¡Su mano derecha que agarraba el brazalete temblaba mientras que su rostro estaba lleno de miedo que incluso él no podía describir!

Cuando vio las luces de los coches brillando en la distancia, se estremeció por completo. Sin embargo, cuando vio que el coche se a