Zhuo Qianyun se sintió aún más culpable.

Después de terminar la llamada con Guo Xinli, volvió a llamar a su madre. "Mamá, no volveré a casa hoy. Pasó algo. Volveré en unos días".

"¿Por qué? ¿Qué pasó?", preguntó la Señora Zhuo nerviosamente.

"Nada. Es solo que escuché que aquí hay un viejo doctor que es muy bueno en el campo de la obstetricia y ginecología. Quiero que este doctor revise al bebé y a mí, pero es difícil conseguir una cita con el especialista. Solo puedo regresar a casa en unos días". No quería preocupar a su madre, así que inventó una excusa al azar.

"Ya veo...". La Señora Zhuo no sospechó nada. "¡Entonces ten cuidado cuando vayas sola al doctor!".

Zhuo Qianyun dijo: "Entendido. Ten cuidado cuando cuides al Pequeño Yan sola en casa. Si sucede algo, pídele ayuda a Yiran o Lianyi".

"Está bien, entiendo. Mis viejos huesos pueden soportarlo. ¡Estaré bien!", dijo la Señora Zhuo.

La madre y la hija no querían que la otra se preocupara después de años de apoyarse mutuame