La Señora Zhuo estaba feliz con la forma en que se veía. ¡Después de todo, a las mujeres les gustaba verse hermosas sin importar la edad que tuvieran!

Los trillizos estaban en la residencia, al igual que He Zixin.

Yi Qianjin miró a Zhuo Yan, quien tenía puesto un traje pequeño. Inmediatamente se acercó a él. "Hermano Yan, te ves tan bien".

Zhuo Yan sonrió. "Pequeña Jin, tú también eres hermosa".

De hecho, Yi Qianjin llevaba un vestido tutú de color púrpura claro y un lazo del mismo color en la cabeza. Con su rostro adorable, se veía como un hada que había descendido al mundo de los mortales.

Yi Qianjin instantáneamente sonrió cuando fue elogiada por lo hermosa que se veía. Le gustaba el vestido de hoy. Su madre la había vestido tan hermosamente que quería tomar fotos y mostrárselas al Pequeño Fei más tarde.

Era una pena que el Pequeño Fei no estuviera aquí. Si no, ¡ella podría ver a Yiyi junto con el Pequeño Fei hoy! La sonrisa de Yi Qianjin no pudo evitar llenarse de decepción a