¡Ella debió haberse manchado cuando vendó las heridas de él!

Su piel manchada de sangre de repente empezó a arder un poco. Zhuo Qianyun se mordió el labio ligeramente y rápidamente abrió el grifo para lavarse las manos.

La sangre de sus manos se lavó de inmediato, pero la sensación de ardor parecía permanecer.

El rostro pálido y la apariencia débil de él seguían apareciendo en su mente.

'¿Simplemente estaba cansado? Nunca lo había visto así antes. Incluso cuando estaba vendando sus heridas, pude sentir el frío en sus manos’.

Por alguna razón, ella sintió cierta inquietud.

'Dios mío. Deja de pensar en eso’.

Zhuo Qianyun sacudió la cabeza para deshacerse de todo lo relacionado con Ye Wenming en su mente. Ella y Ye Wenming eran opuestos. Aunque cruzaron caminos brevemente, ¡no sería más que un encuentro!

...

Al día siguiente, la Señora Zhuo se dio cuenta de que faltaba un vaso. Cuando preguntó al respecto, Zhuo Qianyun dijo con torpeza: "Accidentalmente lo rompí cuando me levanté