"Está bien, entonces. ¡Está decidido!". Él se dirigió a los doctores y enfermeras que estaban cerca y les dijo: "Eso es todo por la operación de hoy. Ya no tienen que quedarse aquí".

Al escuchar esto, los doctores y enfermeras abandonaron rápidamente la sala de operaciones.

Zhuo Qianyun miró inexpresivamente a Ye Wenming, no sabía como reaccionar por un momento. "¿Qué quieres decir?".

"Como dijiste, no tengo derecho a tomar decisiones por ti sobre tu cuerpo o terminar tu embarazo. Pensé que era yo quien se preocupaba por ti y te amaba más. Pero de hecho... soy yo quién te ha lastimado más, ¿no? Lamento haberte lastimado de nuevo", murmuró Ye Wenming.

Él sonrió con amargura, retrocedió unos pasos tambaleándose y la miró. "Qianyun, no quiero que me odies, ni quiero que jamás te enamores de mí... Espero que… me perdones, aunque sé cuánto... probablemente me odiarás después de hoy...".

Dicho esto, se dio la vuelta y salió de la sala de operaciones. Su figura alta y recta ahora parecí